🚨 Arrestan a ciudadano chino por vender copias piratas de Dragon Ball: enfrenta cárcel y posible deportación


📍Tōkyō, 29 de agosto de 2025


La policía japonesa arrestó a Hang Biao (杭彪) un hombre de nacionalidad china, de 33 años y profesión fisioterapeuta, residente en la ciudad de Mito (prefectura de Ibaraki), acusado de vender copias falsificadas del manga Dragon Ball.

Los ejemplares se hacían pasar por valiosas primeras ediciones y fueron comercializados a través de una aplicación de mercadillo digital.

 


📌 Cómo operaba la estafa


De acuerdo con los investigadores, el detenido se encargaba de recibir y enviar las falsificaciones, mientras aún se rastrea a quienes imprimieron y organizaron la red de ventas.

Al menos dos volúmenes piratas del tomo 1 fueron vendidos en marzo y abril por unos 13,000 yenes  cada uno, aunque ejemplares auténticos pueden superar ampliamente esa cifra en el mercado de coleccionistas.

La denuncia se originó cuando un comprador detectó errores de impresión —como diálogos mal encajados en los globos de texto— y alertó a la policía.

 


⚖️ Marco legal en Japón


El caso se investiga bajo la Ley de Marcas (商標法, Shōhyō-hō), que castiga la venta y distribución de productos falsificados.

  • Pena máxima: hasta 10 años de prisión y/o 10 millones de yenes de multa.

También podría aplicarse la Ley de Derecho de Autor (著作権法), que prevé las mismas sanciones para la reproducción y distribución ilegal de obras creativas como el manga.

Además, la editorial Shueisha, titular de los derechos de Dragon Ball, podría reclamar indemnizaciones civiles por pérdidas económicas y daños a su reputación.

 


🌏 Sanciones adicionales por ser extranjero


Más allá de las penas penales, el detenido enfrenta consecuencias bajo la Ley de Inmigración japonesa:

  • Una condena superior a un año de prisión, incluso con pena suspendida, puede derivar en expulsión del país (deportación).

  • También puede recibir una prohibición de reingreso de al menos 5 años.

  • El Ministerio de Justicia podría revocar su visado por considerarlo un riesgo para el orden público, incluso si la pena final fuese solo económica.

 


📣 Contexto social


Japón mantiene una política estricta frente a la piratería y falsificación debido a la importancia cultural y económica del manga y el anime. Los casos que involucran a extranjeros suelen atraer mayor atención mediática, pues tocan un punto sensible: la confianza hacia la comunidad extranjera residente en el país.


🔍 En conclusión: este ciudadano chino no solo se enfrenta a varios años de cárcel y multas millonarias, sino también al riesgo real de ser deportado y quedar vetado de Japón. El caso subraya la dureza con la que Japón protege sus bienes culturales y su mercado editorial frente a la piratería.

 



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