Operativo ambiental revela a ciudadanos chinos como responsables de masiva captura de tortugas en Okinawa
📍Tōkyō | 20 de noviembre
Una investigación que comenzó con movimientos sospechosos en zonas boscosas de Okinawa ha terminado convirtiéndose en uno de los mayores casos recientes de caza ilegal de tortugas terrestres protegidas en Japón.
La Fiscalía del Distrito de Naha confirmó el pasado 18 de noviembre que cuatro personas de nacionalidad china —una mujer de 32 años y tres hombres de 38, 26 y 23 años— fueron formalmente acusadas por violaciones graves a la Ley de Conservación de Especies Amenazadas.
Los fiscales no han revelado si los implicados admiten los hechos, pero la acusación abarca un número impactante: 107 tortugas Ryukyu y 35 tortugas caja de Yaeyama, ambas especies protegidas y en riesgo por su tráfico hacia mercados internacionales.
■ Dos fases de captura sistemática
Según el escrito de acusación, los hechos se remontan a septiembre y octubre de 2025, cuando los acusados habrían operado en distintos puntos de Okinawa:
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4 al 16 de septiembre: los tres principales implicados capturaron 70 tortugas Ryukyu (リュウキュウヤマガメ)en varias zonas de la prefectura.
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29 de septiembre al 3 de octubre: ya con el cuarto acusado, capturaron otras 37 tortugas en Kumejima, una isla conocida por sus ecosistemas frágiles.
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10 al 13 de octubre: el hombre de 26 años actuó por su cuenta en Taketomi, donde capturó 35 tortugas Yaeyama box turtle (ヤエヤマセマルハコガメ), especie declarada Monumento Natural de Japón. Los fiscales sostienen que las tortugas fueron mantenidas dentro de un vehículo, alterando y dañando su estado natural.
Estas especies —lentas, longevas y con reproducción limitada— son especialmente vulnerables, y expertos advierten que la extracción de más de 100 individuos en cuestión de semanas puede causar un daño irreparable a las pequeñas poblaciones insulares.
■ ¿Destino? Probable tráfico internacional
Aunque la fiscalía no lo confirmó, las autoridades ambientales apuntan a que casos similares han tenido como fin la venta ilegal hacia mercados extranjeros, donde estas tortugas pueden alcanzar precios elevados como mascotas exóticas o para coleccionistas.
La Policía de Okinawa ha reforzado la vigilancia porque estas especies suelen ser extraídas para redes de tráfico que operan desde Japón hacia China y el Sudeste Asiático.
⚖️ Marco| ¿De qué delitos se les acusa?
1. Violación a la Ley de Conservación de Especies Amenazadas (種の保存法)
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Protege a especies nacionales en peligro.
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Prohíbe capturar, dañar, transportar, posesionar o transferir ejemplares sin permiso.
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La tortuga Ryukyu (リュウキュウヤマガメ) es un Domestic Rare Species bajo esta ley.
Penas posibles:
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Hasta 5 años de prisión o multa de hasta 5 millones de yenes (puede aumentar para organizaciones).
2. Violación a la Ley de Protección de Bienes Culturales (文化財保護法)
En el caso de la tortuga Yaeyama box turtle (ヤエヤマセマルハコガメ), designada Monumento Natural (天然記念物):
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Capturarla o alterar su hábitat constituye delito.
Penas posibles:
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Hasta 5 años de prisión o multa de 500.000 yenes (puede elevarse según agravantes).
3. Alteración del estado natural (現状変更)
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Cargar los animales dentro de un vehículo se considera “alteración del entorno natural protegido”, lo cual agrava la responsabilidad penal.

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