La dulzura que no caduca: Japón celebra dos veces al año el poder del azúcar
📍Tōkyō | 30 de noviembre
En una cocina japonesa, al caer la tarde un tenue vapor se eleva desde la olla. Una madre prueba la sazón y sonríe: falta apenas una pizca de azúcar.
No es solo un gesto culinario. Es un ritual microscópico que, en Japón, tiene nombre propio: Satō no hi (砂糖の日 , Día del Azúcar), una fecha que se celebra dos veces al año —el 3/10 [さ=3 (sa) y とう=10 (tō)] y el 11/30 [いい=11 (ī) さ=3 (sa) とう=10 (tō)] para recordar que el dulzor no solo vive en los postres, también en la memoria colectiva.
La efeméride fue oficializada en 2014 por elConsejo de Promoción de la «Verdadera Era del Azúcar», un entramado de ocho organizaciones del sector azucarero que decidió darle calendario al ingrediente más humilde y, a la vez, omnipresente. Desde entonces, el azúcar dejó de ser “solo azúcar” para convertirse en símbolo de energía, reserva y cuidado.
La escena se repite en muchos hogares: el padre llega con un paquete de azúcar moreno “por si acaso”; la abuela recuerda que “el azúcar no se vence”; los niños huelen la torta caliente.
Japón enseña —con cucharita de té— una lección que va más allá del paladar: el azúcar no nos abandona cuando el tiempo aprieta. No caduca, no se rinde, no se corrompe. Y esa cualidad lo volvió protagonista de una pedagogía inusual: la prevención de desastres.
En algunas actividades conmemorativas, el mensaje es claro y directo: tener azúcar en casa es tener energía guardada. En un país que ha aprendido a convivir con terremotos y tifones, el azúcar aparece como un aliado silencioso: pesa poco, dura mucho y sostiene la vida cuando el resto falla.
La historia del azúcar, además, es un viaje largo: hace 2,500 años era milagro; en Europa fue oro blanco; en la modernidad se volvió cotidiano; en Japón, se transformó en seguridad. Así, el grano blanco que endulza el té se convierte en una reserva emocional. En una arquitectura cultural que valora lo pequeño, el azúcar ocupa su sitio: discreto, constante, confiable.
Y en esa misma cocina, alguien espolvorea un poco más “para que dure la alegría”. Porque si el azúcar no caduca, quizá la dulzura tampoco debería hacerlo.
🧁 Datos clave en breve
- 🎌 Dogma japonés: el azúcar no lleva fecha de vencimiento por su estabilidad natural (baja humedad = no crecen microbios).
- 🧬 Composición: su núcleo es la sacarosa (del azúcar de caña o remolacha).
- 🧯 Prevención: promovido como fuente de energía de larga duración en emergencias.
- 🗓 Dos celebraciones: 3/10 (さとう) y 11/30 (いい砂糖).

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