📰 “Profanación de la fe”: indignación en Japón por robo en jinja
📍 Tōkyō, 6 de septiembre de 2025
Un video grabado en un santuario sintoísta japonés se volvió viral en redes sociales tras mostrar a un turista extranjero sustrayendo varios omamori (お守り), el tradicional amuleto de protección.
En las imágenes captadas por la cámara de seguridad se aprecia cómo el individuo toma varios amuletos y los guarda en el bolsillo de su camisa
Este gesto, que podría parecer menor para algunos, ha generado una fuerte ola de indignación social, pues los omamori no son simples recuerdos turísticos:
- Representan protección espiritual y buena fortuna.
- Se adquieren con un acto de fe mediante una donación voluntaria.
- Su robo no solo implica pérdida económica, sino también una falta de respeto cultural y religiosa hacia la tradición sintoísta.
⚖️ Marco legal en Japón
El acto cometido por el turista extranjero sí constituye un delito bajo las leyes japonesas:
- Hurto simple (窃盗罪 – Settōzai, Art. 235 del Código Penal japonés)
- Robar cualquier objeto mueble con ánimo de apropiación.
- Pena: hasta 10 años de prisión o multa de hasta 500.000 yenes (≈3.300 USD).
- Ofensa cultural y social
- Aunque los omamori no suelen estar registrados como bienes culturales protegidos, al ser parte de un santuario se consideran de alto valor simbólico.
- El robo puede interpretarse como un agravio a la tradición religiosa y un atentado contra la confianza social.
- Ley de Inmigración y Control de Refugiados (入管法 – Nyūkanhō)
- Si un extranjero es condenado por un delito, puede perder su estatus de residencia.
- La sanción más grave es la deportación forzosa (強制送還 – Kyōsei sōkan), que además incluye prohibición de reingreso por un periodo que puede llegar a 10 años.
🚨 Posibles sanciones al extranjero
- Arresto inmediato si el santuario presenta denuncia a la policía.
- Proceso judicial que podría terminar en prisión, multa o libertad condicional con antecedentes.
- Deportación y revocación del visado en caso de condena.
- Estigmatización social, pues el caso afecta la imagen de turistas extranjeros en Japón, alimentando el debate sobre la conducta y el respeto cultural de los visitantes.
🌸 Reacción social
En redes sociales japonesas, los comentarios son de fuerte rechazo:
- “No es el dinero, es la falta de respeto hacia nuestra fe”.
- “Estos amuletos son sagrados, no souvenirs gratuitos”.
- “Los turistas deben aprender que Japón no es un parque temático”.
La polémica se suma a otros casos recientes de conductas inapropiadas de turistas en sitios religiosos, reforzando la idea de que Japón podría endurecer la vigilancia y sanciones en lugares culturales y espirituales.
✅ En conclusión, lo ocurrido con este turista extranjero no se reduce a un simple hurto: es un delito tipificado en la ley japonesa, con consecuencias que van desde multa y prisión hasta la expulsión del país. Además, golpea un punto sensible para la sociedad japonesa: el respeto a lo sagrado y la confianza comunitaria.

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