De la pista al vagón: cuando un gesto viral cruza la línea del respeto en Japó
Tōkyō | 1 de octubre
En medio del entusiasmo por el Mundial de Atletismo Tokio 2025, un hecho ajeno a las pistas encendió las redes japonesas. La protagonista: Nora Monie, lanzadora de disco de Camerún, que decidió grabarse practicando lo que llamó “un poco de gimnasia de metro” dentro de un vagón vacío de la línea JR/りんかい線 en Tokio.
En el video, la atleta se colgaba de las barras de los asideros (つり革, tsurikawa) y hacía movimientos de balanceo y giros, como si se tratara de un parque infantil o un gimnasio improvisado.
Aunque el vagón estaba vacío, las imágenes llegaron a miles de personas y provocaron indignación:
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“🚫 El tren no es un gimnasio, es un lugar público de transporte”.
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“😠 Como representante internacional debería dar ejemplo, no romper las reglas”.
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“📢 Los extranjeros deben respetar las normas locales, de lo contrario dejan una mala imagen para todos”.
Finalmente, la propia atleta borró el video y publicó un mensaje de disculpa en japonés: 「大変申し訳ありません」(taihen mōshiwake arimasen – “Estoy profundamente arrepentida”). Aclaró que no pretendía ofender, que no violó la ley, pero reconoció que faltó al respeto a las normas sociales.
⚖️ Marco legal
Aunque no se trató de un delito grave, este tipo de conductas en el tren sí tienen un marco legal y regulatorio en Japón:
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Meiwaku Bōshi Jōrei (迷惑防止条例, Ordenanzas contra actos molestos):
Cada prefectura cuenta con estas ordenanzas. Colgarse de los asideros o hacer “ejercicios” dentro de un vagón puede considerarse un 行為妨害 (kōi bōgai), es decir, conducta que interfiere con el uso normal del transporte.
👉 Sanciones: multas administrativas que oscilan entre 10,000 y 50,000 yenes dependiendo de la prefectura. - Tetsudō eigyō-hō (鉄道営業法, Ley de Operaciones Ferroviarias):
El artículo 34 prohíbe “actuar de forma que perturbe la seguridad o el orden en los trenes”.
👉 Multa prevista: hasta 200,000 yenes en casos más graves. - Iryoku gyōmu bōgaizai (威力業務妨害罪, Delito de obstrucción de negocio, art. 234 Código Penal):
Si el acto interrumpe el servicio ferroviario o genera riesgo real para pasajeros, se puede aplicar esta figura.
👉 Pena: hasta 3 años de prisión o multa de hasta 500,000 yenes.
(En este caso no aplica, porque el vagón estaba vacío y no hubo interrupción del servicio).
En la práctica, el caso de Monie quedó en el terreno de la reprobación social más que de la sanción penal, ya que no se detuvo el tren ni se puso en riesgo inmediato a terceros.
🌏 Contexto cultural y social
En Japón, el tren es considerado un espacio semiprivado y de convivencia silenciosa. Las reglas no escritas incluyen:
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no hablar en voz alta,
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no usar el celular para llamadas,
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no ocupar más espacio del necesario,
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y mucho menos usar el vagón como lugar de juegos o acrobacias.
Por eso, aunque la acción de Monie parezca trivial en otros países, en Japón es vista como meiwaku kōi ( 迷惑行為 , conducta molesta) que rompe la armonía social.
Este episodio contrasta con otros atletas extranjeros que sí recibieron aplausos en redes: el británico que disfrutó del sumo en Kioto, o la ucraniana que se volvió querida como “la bella durmiente” en los estadios. El mensaje para los visitantes queda claro: disfrutar Japón sí, pero respetando siempre las normas culturales.
📌 Conclusión
El caso Monie refleja cómo en Japón incluso los actos pequeños, si se desvían de las normas sociales, pueden tener un eco enorme. Legalmente, no pasó de una infracción menor, pero socialmente quedó marcado como un “ejemplo de lo que no se debe hacer en el transporte público japonés”.
👉 Lección para extranjeros y turistas: en Japón, el respeto a las normas de convivencia pesa tanto como la ley escrita.

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