Solidaridad ciudadana en acción: Japón aplaude la rápida intervención contra el acoso en transporte público.
📍Aichi, 12 de octubre
Un hombre de edad avanzada fue detenido por transeúntes en la estación Sakae de Nagoya luego de ser sorprendido intentando tomar una fotografía por debajo de la falda de una mujer.
Según testigos, la víctima notó el acto y pidió ayuda en voz alta, provocando que varias personas —entre ellas mujeres y hombres de distintas edades— intervinieran rápidamente para sujetar al sospechoso en las escaleras de la estación.
Las imágenes difundidas en redes sociales muestran un forcejeo en el que varios ciudadanos colaboran para inmovilizar al hombre hasta la llegada de la policía, que posteriormente tomó el control de la situación.
El suceso ha causado conmoción en redes sociales, donde muchos usuarios elogiaron la valentía de los transeúntes y la reacción colectiva ante este tipo de agresiones, mientras otros expresaron su preocupación por la persistencia de los delitos de acoso y voyeurismo en el transporte público japonés.
⚖️ Marco legal
El acto cometido se enmarca en los delitos de voyeurismo y acoso sexual regulados por la Ley de Prevención de Molestias (迷惑防止条例), vigente en todas las prefecturas de Japón.
Esta norma sanciona conductas como tomar fotografías o videos de partes íntimas sin consentimiento, observar de manera invasiva o acosar físicamente a otra persona en lugares públicos.
- Sanciones habituales:
- Prisión de hasta 1 año o multa de hasta 1 millón de yenes, dependiendo de la prefectura.
- En casos agravados (reincidencia o difusión de imágenes), las penas pueden aumentar a 2 años de prisión.
- Si se demuestra intención de distribución de las imágenes o acoso continuado, puede aplicarse además el Código Penal Japonés (刑法) por violación de la privacidad o violencia sexual.
🧭 Contexto social
En Japón, los incidentes de acoso y “upskirting” (撮り鉄行為・盗撮) siguen siendo una preocupación constante en estaciones y trenes.
Por ello, desde 2023, la Policía Metropolitana de Tokio y JR Group intensificaron las patrullas y promovieron el uso de cámaras de seguridad en escaleras y andenes.
Asimismo, los fabricantes de smartphones en Japón incluyen desde 2019 una función obligatoria que impide silenciar el sonido del obturador de la cámara, precisamente para desalentar este tipo de delitos.
🗣️ Reflexión
El episodio de Nagoya evidencia una transformación cultural: la sociedad japonesa, antes reacia a intervenir, comienza a actuar de manera colectiva ante el acoso público.
Este tipo de respuesta ciudadana no solo contribuye a frenar al agresor en el momento, sino que también envía un mensaje contundente de rechazo a la impunidad en los espacios comunes.
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