Fin del gabinete Ishiba y transición de poder en Japón


📍Tōkyō, 20 de octubre


Mañana martes 21 de octubre a las 8:50 a. m., el gabinete del primer ministro Ishiba Shigeru (石破茂) presentará formalmente su renuncia colectiva durante la reunión del Consejo de Ministros.

Con ello, concluye una administración que se extendió 386 días, superando ligeramente los 384 días del gobierno de Suga Yoshihide y ubicando a Ishiba en el puesto 24.º entre los 36 primeros ministros de la posguerra japonesa.

La salida de Ishiba marcará el fin de una etapa caracterizada por una gestión institucionalista, prudente y enfocada en restaurar la confianza pública tras los escándalos políticos que precedieron su llegada al poder.

Sin embargo, el período también estuvo marcado por la inusual situación conocida como sōsō bunri (総総分離) es decir, la separación entre el presidente del Partido Liberal Democrático (LDP) y el primer ministro.

Esta coexistencia dividida, que se prolongó desde las elecciones internas del partido el 4 de octubre, generó incertidumbre política y ralentizó la toma de decisiones estratégicas en materia económica y diplomática.

 

 

El mensaje final de Ishiba


En su discurso de despedida, Ishiba subrayó la importancia de “proteger una democracia resiliente y responsable como fundamento del Japón moderno”, sin hacer mención directa a temas sensibles como la revisión constitucional o la memoria histórica de la posguerra, asuntos que marcaron tensiones dentro del propio LDP.

El tono de su declaración reflejó su visión cívica: un liderazgo que prioriza la estabilidad institucional sobre el personalismo político. Pese a ello, su gobierno fue criticado por la falta de impulso económico y por no lograr consolidar una mayoría estable en el Parlamento.

 

 

El proceso parlamentario de sucesión


El nuevo primer ministro será designado durante la sesión plenaria de la Cámara Baja a la 1:00 p. m. y en la Cámara Alta a la 1:30 p. m..

Si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta, la Constitución japonesa dispone una segunda ronda entre los dos más votados, y, en caso de discrepancia entre ambas cámaras, prevalecerá el resultado de la Cámara Baja, conforme al principio de yuetsu (優越) preeminencia de la cámara popular.

Tras la votación, se instalará en la Oficina del Primer Ministro (首相官邸) el cuartel de formación del nuevo gabinete (組閣本部), donde se convocará a los nuevos ministros.

Luego, el primer ministro electo acudirá al Palacio Imperial (皇居) para participar en la ceremonia de nombramiento y certificación ministerial (親任式・認証式), actos que formalizan la creación del nuevo gabinete.

 

 

El inicio de una nueva etapa


Se prevé que el nuevo jefe de gobierno ofrezca una conferencia de prensa esta misma noche, donde presentará sus primeras directrices de política pública y confirmará los nombres de los ministros clave.

Posteriormente, durante la primera reunión del nuevo gabinete (初閣議), se aprobarán las líneas generales de la administración, marcando el inicio de una nueva etapa política.

El final del gabinete Ishiba simboliza la transición de una gestión introspectiva y reformista hacia un nuevo liderazgo que deberá redefinir el rumbo político de Japón en un contexto de desafíos múltiples: desaceleración económica, reformas constitucionales pendientes, y la necesidad de mantener la estabilidad regional en medio de tensiones geopolíticas en Asia.

 



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