«¡Más de 100 almuerzos robados! Detenido hombre que se hizo pasar por empresario para obtener comida»

 


📍Tōkyō | 30 de octubre


Un hombre de 60 años, de nacionalidad surcoreana y sin ocupación, fue reaprehendido por la policía de Sagamihara el pasado 7 de octubre acusado de estafar a un negocio local de bentō (comidas preparadas).

Según la investigación policial, habría solicitado más de 100 almuerzos bajo falsos pretextos, fingiendo representar a una empresa.

Entre el 13 de julio y el 5 de agosto, el acusado habría ordenado 105 bentō, por un valor total aproximado de 78.000 yenes (unos 500 dólares), en 23 ocasiones distintas. Alegaba que eran para los “empleados de su oficina”, pero en realidad los consumía él mismo.

Al ser interrogado, admitió los cargos y declaró:

“No tenía dinero para vivir. Los pedí para poder comer”.

El esquema se aprovechaba del sistema de facturación mensual de algunos negocios locales, que permiten pagar al cierre del mes siguiente. Cuando llegó la factura de julio y no fue pagada, el propietario del local presentó una denuncia.

La investigación reveló además que este no era un hecho aislado. El mismo hombre ya había sido arrestado el 7 de octubre por defraudar a otra tienda entre abril y junio, ordenando 564 productos alimenticios (incluidos bentō) por un valor de aproximadamente 260.000 yenes (unos 1.700 dólares).

La policía sospecha más casos similares en la zona.

 


⚖️ Marco legal y análisis jurídico


El caso se enmarca en el artículo 246 del Código Penal japonés (詐欺罪, delito de estafa), que establece:

“Quien, mediante engaño o artificio, obtenga propiedad o beneficios patrimoniales ajenos, será castigado con prisión de hasta 10 años.”

La conducta del acusado constituye fraude continuado (“連続詐欺”), ya que las órdenes fueron reiteradas bajo la misma modalidad engañosa y con propósito de lucro. El hecho de haber fingido representar a una empresa agrava la responsabilidad penal, pues introduce un elemento de falsedad ideológica (虚偽の申告).

Desde el punto de vista social, el caso refleja un fenómeno en aumento: estafas de subsistencia (“生活詐欺”), en las que personas sin ingresos estables cometen fraudes menores para obtener comida o refugio. En Japón, estos casos plantean dilemas éticos y jurídicos sobre la delgada línea entre la necesidad y el delito, especialmente ante el envejecimiento, desempleo y falta de apoyo social.

💡  ¿Por qué no se difunde el nombre del  detenido?


  1. Principio de presunción de inocencia:
    Aunque haya sido arrestado, legalmente aún no ha sido condenado.  Las autoridades y medios suelen evitar identificar por nombre completo a sospechosos, especialmente si el caso está en fase inicial o si no hay riesgo social inmediato.
  2. Política de privacidad en medios japoneses:
    Muchos medios japoneses siguen pautas éticas estrictas y sólo revelan nombres cuando:
  • El delito es especialmente grave o violento.
  • Ya se ha presentado una acusación formal (起訴) por parte de la fiscalía.
  • Se trata de un caso con alto impacto público.
  • Los sospechosos son figuras públicas o ha sido buscado anteriormente.
  • Condición del extranjero:
    En algunos casos, si el sospechoso es extranjero, los medios también omiten el nombre por razones diplomáticas o para evitar conflictos en la comunidad migrante, a menos que haya riesgo de fuga o reincidencia confirmada.

 

En cuanto se presente una acusación formal (起訴) o el caso se eleve a juicio, es probable que el nombre completo se haga público, especialmente si se trata de un caso con múltiples antecedentes como este.

 



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