PARÍS.- El 10 de agosto, el adolescente japonés Tamai Rikuto, de solo 17 años, hizo historia en los Juegos Olímpicos de Verano 2024 al ganar la medalla de plata en la disciplina de salto de altura masculina.
Este logro representa la primera vez que un japonés obtiene una medalla en esta disciplina desde que Japón comenzó a participar en los Juegos Olímpicos en 1920.
Tamai, que participaba en sus segundos Juegos Olímpicos, llegó a la final después de clasificarse en tercer lugar en las semifinales. Durante la final, impresionó con su ejecución en dos saltos clave, obteniendo puntajes de 95.40 y 94.35, lo que lo colocó en segundo lugar después de tres saltos. Aunque cometió un error en su quinto salto, cerró su actuación con una ejecución sólida, asegurando así su lugar en el podio.
El talento de Tamai se destacó desde temprana edad. Comenzó a practicar el salto en el club JSS Takarazuka cuando estaba en primer grado de primaria, bajo la dirección del entrenador Takahide Mabuchi, conocido por haber entrenado a figuras destacadas del deporte japonés. Tamai se integró al equipo de élite del club cuando aún estaba en la escuela primaria y participó en intensos entrenamientos en Shanghái, China, donde su talento y habilidades físicas se pulieron a través de largas sesiones diarias de entrenamiento.
A los 12 años, Tamai se convirtió en el campeón más joven de la historia en el Campeonato Nacional de Japón, y a los 14 años debutó en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde finalizó en séptimo lugar, lo que ya era un logro notable para su edad. Su participación en el Campeonato Mundial de 2022 en Budapest le valió una medalla de plata, la primera para un hombre japonés en la historia de la competición, consolidando su estatus como una promesa del deporte.
A lo largo de su carrera, Tamai ha mostrado una capacidad innata y una dedicación excepcionales. Su entrenador lo describe como un «milagro», y figuras de renombre en el salto japonés, como Ken Terauchi, han destacado su genialidad en comparación con la de otros atletas.
Con 17 años, Rikuto Tamai no solo ha demostrado ser un prodigio del salto, sino que también ha abierto nuevas puertas para Japón en este deporte, que hasta ahora había estado dominado por otros países.
EL DATO
El logro en París es un testimonio de su arduo trabajo y talento, y marca un nuevo capítulo en la historia del salto japonés.
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