TOKIO.- En los primeros nueve meses de 2024, Japón ha visto un incremento notable en el número de quiebras de restaurantes de ramen, con 47 cierres, lo que representa un aumento del 42.4% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Según Tōkyō shōkō Research, el dato ya supera los 45 cierres registrados en todo 2023, y de continuar la tendencia, se proyecta que para finales de año los cierres podrían superar los 60.
El principal factor detrás de esta situación es el aumento de los costos operativos. Los restaurantes de ramen han visto cómo los precios de los ingredientes, la energía y los salarios se han disparado, lo que ha hecho difícil mantener la rentabilidad.
Además, estos negocios enfrentan una resistencia por parte de los consumidores a pagar más de 1,000 yenes por un tazón de ramen, lo que complica la posibilidad de ajustar los precios para compensar los costos crecientes.
En términos regionales, las áreas metropolitanas como Tokio, Chiba y Kanagawa son las más afectadas, con cinco quiebras cada una, seguidas por Osaka e Ishikawa. Estas regiones, caracterizadas por una alta competencia, parecen ser las más vulnerables a la crisis.
Razones
El análisis de las causas de los cierres muestra que el 74.4% de los casos se deben a una disminución en las ventas.
La mayoría de los restaurantes que han cerrado tenían menos de cinco empleados, lo que resalta la fragilidad de los pequeños negocios ante los desafíos económicos actuales.
Además, casi el 58% de los establecimientos afectados llevaban menos de diez años en funcionamiento, lo que sugiere una alta rotación en el sector.
Tipos de ramenten
En cuanto a los tipos de ramen, los restaurantes que sirven «shoyu» (soja) y «chuka soba» (estilo chino) representan el 27.6% de los cierres, seguidos de cerca por los especializados en «tonkotsu» (sopa de cerdo) con un 21.2%. Esto indica que no hay un tipo de ramen en particular que esté mejor posicionado para sobrevivir a la crisis.
El bajo costo inicial para abrir un restaurante de ramen ha llevado a una proliferación de aperturas en los últimos años, pero también a un aumento en la tasa de fracasos.
Durante la pandemia, los subsidios y préstamos ayudaron a reducir el número de quiebras en 2022, con solo 21 cierres, pero ahora, con la retirada de estas ayudas, la industria enfrenta nuevos desafíos, como la inflación y la escasez de mano de obra.
Para sobrevivir en este entorno cada vez más competitivo, los expertos sugieren que los restaurantes de ramen deberán innovar en calidad, mejorar la eficiencia operativa y diferenciar sus ofertas.
EL DATO
La capacidad de adaptarse a estas nuevas condiciones será clave para evitar más quiebras en el futuro.
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