TOKIO.- El 7 de enero, los líderes de las tres principales organizaciones económicas de Japón —Keidanren (Federación Empresarial de Japón), Keizai Doyukai (Asociación de Ejecutivos Corporativos) y Nihon Shokokai-sho (Cámara de Comercio e Industria de Japón)— realizaron una conferencia de prensa conjunta para anunciar sus perspectivas sobre las negociaciones salariales de la primavera de 2025.


En este evento, expresaron un enfoque proactivo respecto al aumento de salarios, subrayando la necesidad de consolidar las mejoras salariales observadas en los últimos años.

 


Declaraciones principales:


1.Keidanren (Tokura Masanobu, Presidente)

Contexto: Tokura destacó que los altos niveles de aumentos salariales en 2023 y 2024 deben ser consolidados en 2025, describiendo este año como crucial para establecer una tendencia duradera.

Mensaje clave: Subrayó que el fortalecimiento salarial en las pequeñas y medianas empresas (PYMES), que representan el 70% del empleo total en Japón, es fundamental. Afirmó que para lograrlo, es necesario avanzar en la transferencia de precios, es decir, permitir que los costos más altos de producción se reflejen en los precios de productos y servicios.

 

2.Keizai Doyukai (Niinami Takeshi, Secretario General)

Perspectiva económica: Niinami señaló que un aumento salarial será un catalizador para la fluidez del mercado laboral y para devolver el dinamismo a la economía japonesa. Esto implica que una mayor movilidad laboral incentivará la competitividad y la innovación.

 

3.Nihon Shokokai-sho (Kobayashi Ken, Presidente)

Desafíos para las PYMES: Kobayashi enfatizó que muchas pequeñas empresas carecen de la capacidad financiera para implementar aumentos salariales significativos. Sin embargo, expresó su compromiso de ofrecer apoyo continuo y personalizado a estas empresas para alcanzar un aumento del 6%, recurriendo a todas las estrategias disponibles.

 


Respuesta de Rengo (Confederación Sindical Japonesa)


Rengo, la principal organización sindical del país, reafirmó su objetivo de exigir un aumento salarial mínimo del 5%, manteniendo la misma meta que en 2024.

Sin embargo, para las PYMES, estableció un objetivo más ambicioso: 6% o más, con el fin de reducir las brechas salariales entre grandes y pequeñas empresas.

 


Implicaciones económicas y sociales:


Inflación y consumo: Un aumento sostenido de los salarios podría compensar los efectos de la inflación y revitalizar el consumo interno, elemento clave para el crecimiento económico.

Competitividad global: La mejora de las condiciones laborales podría atraer y retener talento, un factor crítico para enfrentar la competencia internacional.

 


EL DATO

Este 2025 se perfila como un año estratégico para afianzar la tendencia de aumentos salariales en Japón, con un enfoque particular en apoyar a las PYMES y fomentar una mayor movilidad y dinamismo en el mercado laboral.


 


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