TOKIO.- La política de Japón en cuanto a la deportación de extranjeros en situación ilegal está regulada principalmente por la Ley de Control de Inmigración y Reconocimiento de Refugiados (入国管理及び難民認定法, Nyūkoku Kanri Oyobi Nanmin Nintei Hō).


Este marco legal establece los procedimientos para manejar a los extranjeros que se encuentran en Japón sin autorización legal, como quienes han excedido su período de estancia o han ingresado al país sin visa válida.

A continuación, se detallan los puntos principales de la política:

 


1. Identificación de extranjeros ilegales


Japón realiza controles migratorios estrictos en los puntos de entrada y salidas del país, así como inspecciones internas para identificar a extranjeros que se encuentren en situación irregular.

Esto incluye:

Verificaciones en lugares de trabajo, sobre todo en sectores donde es común la contratación de trabajadores extranjeros (como la construcción o agricultura).

Supervisión en centros de detención y seguimiento de casos reportados.

 


2. Procedimiento de deportación


Cuando un extranjero es identificado como ilegal, las autoridades japonesas inician un proceso que incluye:

Notificación de violación: El extranjero recibe un aviso oficial indicando que su estatus viola la ley de inmigración.

Detención administrativa: El individuo puede ser detenido en un centro de inmigración mientras se lleva a cabo el proceso. Estos centros están ubicados en Tokio, Osaka, Fukuoka, entre otros lugares.

Audiencia de deportación: Se lleva a cabo un proceso administrativo para determinar si corresponde la deportación. El extranjero puede presentar pruebas o apelar su caso.

Orden de deportación: Si el extranjero no tiene motivos válidos para quedarse, como el reconocimiento de refugio o una apelación exitosa, se emite una orden de deportación.

 


3. Período de prohibición de reingreso


Los deportados generalmente reciben una prohibición de reingresar al país por un período determinado, dependiendo de la gravedad del caso:

1 a 5 años: Para quienes cooperan voluntariamente en su salida.

Indefinido: Para quienes cometen delitos graves o son reincidentes.

 


4. Excepciones y solicitudes humanitarias


Japón permite que ciertos extranjeros ilegales soliciten quedarse bajo circunstancias especiales, como:

Ser reconocidos como refugiados (aunque Japón tiene un bajo índice de aceptación de solicitudes de refugio).

Tener vínculos familiares con residentes legales en Japón (por ejemplo, hijos o cónyuge japonés).

Presentar razones humanitarias, como problemas médicos o situaciones de extrema necesidad.

En estos casos, se puede otorgar un permiso de residencia especial (特別在留許可, Tokubetsu Zairyū Kyoka).

 


5. Política de detención prolongada y críticas


Una característica controvertida del sistema es la práctica de detención prolongada en los centros de inmigración, que puede durar meses o incluso años.

Esta situación ha generado críticas de organizaciones internacionales de derechos humanos, especialmente por las condiciones de detención y la falta de límites legales al período de retención.

 


6. Perspectiva reciente y reformas


En los últimos años, el gobierno japonés ha endurecido su postura hacia la inmigración ilegal, especialmente debido al aumento de extranjeros que permanecen más allá de su visa. En 2023, se discutió una reforma para acelerar los procesos de deportación y limitar el número de apelaciones, aunque esto generó controversias.

 


Conclusión


Japón mantiene una política estricta hacia los extranjeros ilegales, con procedimientos detallados para su identificación, detención y deportación.

Sin embargo, existen críticas sobre el trato a los detenidos y las pocas excepciones humanitarias que se otorgan.

Esto refleja la postura conservadora del país frente a la inmigración, en contraste con su necesidad de mano de obra extranjera para mitigar la disminución de la población activa.

 


 



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