Este caso muestra cómo menores de edad pueden ser arrastrados al crimen por promesas de dinero fácil y falta de orientación

 


📍Tōkyō  |  11  de Julio de 2025


Dos adolescentes de 17 y 15 años, ambos residentes en la ciudad de Hokota, en la prefectura de Ibaraki, fueron arrestados por la Policía Metropolitana de Tokio.

Se les acusa de haber participado en un sofisticado esquema de fraude telefónico conocido como «estafa del reembolso» (還付金詐欺), dirigido a personas mayores.


📞 ¿Qué ocurrió?


En abril de este año, un hombre de más de 80 años, residente en la prefectura de Aichi, recibió una llamada que parecía provenir de una institución pública. El contenido del engaño fue el típico de este tipo de delitos: se le hizo creer que tenía un reembolso de impuestos o seguro médico pendiente, y que para recibirlo necesitaba entregar información bancaria o permitir el acceso a su cuenta.

Siguiendo las instrucciones del estafador, el anciano terminó entregando 340 mil yenes (34万円).  


💳 Un segundo golpe: cajeros automáticos y tarjetas robadas


Ese mismo día, los jóvenes también habrían usado tarjetas bancarias obtenidas ilegalmente bajo nombres ajenos para retirar 2,65 millones de yenes (265万円) desde cajeros automáticos en varias ubicaciones dentro de la prefectura de Saitama.

Uno de los adolescentes —el de 17 años— ya había sido arrestado anteriormente por esas extracciones, pero con las nuevas detenciones se esclarece el funcionamiento del grupo.


👥 ¿Cómo operaban?


Según la policía, estos adolescentes no actuaban solos, sino como parte de una red delictiva. Los dos jóvenes recién arrestados habrían reclutado a un tercero para participar en las estafas, probablemente con la promesa de una compensación económica.

Ambos confesaron haber escuchado que recibirían dinero por colaborar y que por ello invitaron a conocidos a unirse y los pusieron en contacto con un «shiji-yaku»(指示役) o «cerebro del grupo», encargado de dar instrucciones.


👮‍♂️ Contexto legal y social

Estas estafas, conocidas como tokushu sagi(特殊詐欺), han sido una grave preocupación en Japón durante la última década, especialmente por su impacto en personas mayores. En muchos casos, las víctimas confían en las autoridades o instituciones financieras, lo que los vuelve blancos fáciles para este tipo de fraude.

Aunque los autores directos son jóvenes, la ley japonesa contempla medidas severas incluso para menores si se trata de delitos graves como fraude organizado, y podrían ser procesados en un tribunal juvenil o, dependiendo de la gravedad, como adultos.


⚖️ Posibles consecuencias legales


Bajo la legislación japonesa, estos delitos podrían implicar:

  • Fraude agravado (詐欺罪): hasta 10 años de prisión.

  • Uso de tarjetas de terceros (電子計算機使用詐欺): pena similar, con agravantes si se prueba intención organizada.

  • Reclutamiento de menores en actividades delictivas (未成年者の犯罪活動への勧誘) también es penalizado fuertemente.

La investigación sigue abierta, y las autoridades creen que los adolescentes formaban parte de una organización más grande, posiblemente operando desde redes sociales o plataformas de mensajería.


🧠 ¿Qué aprender?


Este caso muestra cómo menores de edad pueden ser arrastrados al crimen por promesas de dinero fácil y falta de orientación. También destaca la importancia de que las personas mayores:

  • Desconfíen de llamadas que les prometen reembolsos o beneficios urgentes.

  • Consulten a familiares o personal bancario antes de tomar decisiones sobre dinero.

  • Estén al tanto de campañas públicas de prevención.



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