Japón entra en una nueva era política: gobierno sin mayoría en ambas cámara
📍Tōkyō | 21 de Julio de 2025
La noche del domingo 20 de julio de 2025 quedará marcada como un punto de inflexión en la política japonesa contemporánea.
A pesar del histórico retroceso electoral del Partido Liberal Democrático (PLD) y su socio de coalición Komeito en la elección de la Cámara Alta, el primer ministro Ishiba Shigeru dejó claro ante la nación que no renunciará, que seguirá al frente del gobierno y que su misión aún no ha concluido.
“Es mi responsabilidad con el país trazar un camino claro hacia el futuro”, declaró en tono solemne Ishiba en una entrevista en TV Asahi, reconociendo el duro revés, pero insistiendo en que los desafíos pendientes —como la crisis del costo de vida, la reconstrucción regional y la seguridad nacional— requieren continuidad de liderazgo.
📉 Una derrota sin precedente… pero aún primeros
Los números son contundentes: el PLD podría quedar con solo 33 escaños, superando por poco a otras fuerzas, pero por debajo de su peor resultado de 1989. Aun así, Ishiba destacó que el PLD sigue siendo “la primera fuerza parlamentaria en ambas cámaras” —un hecho que utiliza como argumento para permanecer en el cargo.
“Debemos ser muy conscientes del peso que conlleva haber recibido el mayor número de escaños como partido principal. No podemos desentendernos de esa responsabilidad”, dijo, sin evasivas, cuando le preguntaron si seguiría como primer ministro: “Pueden considerarlo así.”
🗯️ Un liderazgo entre la humildad y el desafío
En otra aparición televisiva, esta vez en TV Tokyo, el primer ministro fue más directo: uno de los principales motivos por los que no dará un paso al costado son las negociaciones arancelarias con Estados Unidos.
Señaló que su relación directa con el presidente Donald Trump, con quien ha negociado de forma personal, es vital en esta etapa:
“Es natural que ponga todo mi cuerpo y alma al servicio del interés nacional. Y esa labor aún no ha terminado”.
En NHK, sin embargo, mostró una faceta más introspectiva y humilde:
“Debemos recibir este resultado con verdadera humildad y seriedad. La situación es dura”.
💸 ¿Qué falló? El mensaje económico no llegó
Ishiba no esquivó las críticas. Reconoció que las medidas para combatir la inflación, como la entrega puntual de 20,000 yenes en efectivo, no fueron bien comprendidas por la población.
“No logramos transmitir adecuadamente nuestras intenciones. Esa es una falla que debemos asumir”.
Con la inflación persistente, salarios estancados en muchas regiones y un creciente malestar en zonas rurales, el mensaje económico del oficialismo no caló hondo, en especial entre jóvenes, familias trabajadoras y votantes indecisos.
🧩 ¿Gobierno dividido? Comienza una nueva era de pactos
Este resultado deja a la coalición gobernante en una posición sin mayoría en ambas cámaras del Parlamento por primera vez desde la posguerra, una situación que obliga a repensar la forma de gobernar.
En respuesta a si buscará alianzas con partidos de oposición, Ishiba dejó abierta la puerta:
“Tenemos que pensar cuidadosamente cuál es la mejor forma de hacer realidad nuestras políticas”.
Esto puede significar:
- Pactos legislativos por tema (como ya ocurre en países europeos).
- Coaliciones temporales.
- O incluso, en el mediano plazo, un realineamiento del mapa político japonés.
🧭 Contexto: El PLD entre la resiliencia y el declive
La derrota electoral no es sólo un castigo momentáneo. Es un reflejo del desgaste de un modelo de gobernabilidad tradicional, de una población que exige resultados concretos y mayor empatía.
Desde la caída de la mayoría en la Cámara Baja en octubre de 2024, el liderazgo de Ishiba ha sido observado con creciente escepticismo por dentro y fuera del partido.
Su estilo más moderado y orientado al consenso, que alguna vez fue su fortaleza frente a los líderes autoritarios del pasado, hoy enfrenta las demandas de un país más fragmentado políticamente y más impaciente socialmente.
🌏 ¿Y ahora qué?
Los próximos días serán clave para saber si Ishiba puede reconstruir su autoridad, reconfigurar su gabinete e iniciar conversaciones creíbles con otras fuerzas. También deberá dar señales claras sobre:
- Su plan económico frente a la inflación.
- Su visión de descentralización para revitalizar regiones olvidadas.
- La forma en que Japón negociará con EE. UU. en una etapa volátil.
- Y cómo manejará la gobernabilidad en un Parlamento sin mayoría.
🗣️ Comentario final
Ishiba eligió quedarse. No desde la soberbia, sino desde una visión de responsabilidad institucional. Pero gobernar con minoría en ambas cámaras es territorio inexplorado para el Japón moderno. Y aunque prometió humildad, la realidad es que la paciencia de la ciudadanía y de su propio partido es limitada.
No basta con quedarse. Habrá que transformarse para sobrevivir políticamente. ¿Podrá Ishiba lograrlo? ¿O será este el inicio de su ocaso?

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