De la élite policial al escándalo: un agente vendió secretos de investigaciones reservadas

  


📍Tōkyō | 12 de noviembre


En un caso que sacude los cimientos de la Policía Metropolitana de Tokio, el inspector Jimbo Daisuke (43 años), asignado al Departamento de Contramedidas contra el Crimen Organizado, fue arrestado hoy miércoles acusado de violar el deber de confidencialidad establecido en la Ley de Servicio Público Local (地方公務員法).

Según las autoridades, Jimbo habría filtrado información reservada sobre una investigación en curso al grupo de scouts “Natural”, considerado el más grande del país, con unos 1.500 miembros activos en todo Japón y ganancias estimadas en 4.450 millones de yenes anuales provenientes de comisiones de locales de entretenimiento sexual.

Entre abril y mayo de 2025, el agente habría enviado dos imágenes confidenciales —extraídas de cámaras de vigilancia policial— mostrando cómo se veían ciertos miembros del grupo desde el sistema de monitoreo.

Lo hizo a través de una aplicación móvil desarrollada por la propia organización Natural, lo que demuestra una sorprendente sofisticación tecnológica en la red criminal.

La Policía Metropolitana, que llevaba más de cinco años investigando al grupo, describió el hecho como “una traición imperdonable que erosiona la confianza ciudadana”. En la casa de Jimbo, ubicada en Itabashi, Tokio, se hallaron varios millones de yenes en efectivo, cuyo origen ahora se investiga.

 

👥 Una red bajo lupa

El grupo “Natural” opera como una red descentralizada de reclutadores en zonas de ocio de Tokio, Osaka y Nagoya, conectando mujeres jóvenes con locales de la industria del entretenimiento bajo el disfraz de “scouting profesional”. Su estructura flexible y el uso de tecnología propia dificultaron las investigaciones durante años.

En paralelo, en Osaka, dos agentes de la policía prefectural fueron arrestados y acusados de abuso durante una redada en un edificio vinculado a Natural, lo que refleja una corrupción transversal en distintos niveles de la fuerza.

“Estamos comprometidos a restaurar la confianza de los ciudadanos. Este caso representa una vergüenza institucional y un punto de inflexión en la supervisión interna”, declaró un portavoz de la Policía Metropolitana.

 

⚖️ Marco legal: violación del deber de secreto (地方公務員法違反)

El artículo 34 de la Ley de Servicio Público Local (地方公務員法) establece que:

“Los funcionarios públicos no deben revelar, ni durante ni después de su empleo, secretos de los que hayan tenido conocimiento en el ejercicio de sus funciones.”

La infracción de esta norma constituye un delito penal, sancionado con hasta un año de prisión o multa de hasta 500.000 yenes, dependiendo de la gravedad y del impacto en la administración pública.

En el caso de Jimbo, la filtración a un grupo bajo investigación criminal podría agravar la pena, dada la afectación directa a un proceso judicial y la presunta recepción de beneficios económicos.

Este caso también reabre el debate sobre la vigilancia y control interno de la policía japonesa, un sistema tradicionalmente cerrado y jerárquico donde los mecanismos de auditoría interna a menudo dependen de la lealtad institucional más que de la transparencia.



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