Ishiba se aferra al poder mientras el Partido Liberal Democrático prepara una posible revuelta interna
📍Tōkyō | 28 de Julio de 2025
En una tarde tensa y cargada de incertidumbre política, el primer ministro japonés Ishiba Shigeru compareció este lunes ante los legisladores de su propio partido, el gobernante Partido Liberal Democrático (Jimintō, 自民党, LDP).
Fue en una reunión conocida como Ryōin giin kondan-kai, 両院議員懇談会 (Reunión de Parlamentarios de ambas Cámaras), para intentar frenar la creciente presión por su renuncia tras la derrota en las elecciones a la Cámara Alta
Mientras Ishiba apelaba a la “responsabilidad de mantener la estabilidad política del país”, decenas de voces dentro del LDP —especialmente desde facciones opositoras— exigían su dimisión inmediata, reabriendo heridas internas y exponiendo el delicado equilibrio entre la lealtad partidaria y la rendición de cuentas.
🧍♂️ Un primer ministro bajo fuego: “No podemos permitir un vacío de poder”
En su discurso inicial, Ishiba subrayó que el país enfrenta desafíos internos y externos urgentes, incluyendo la aplicación del nuevo acuerdo bilateral con Estados Unidos sobre aranceles. Señaló que su gobierno no puede detenerse por una crisis interna, y solicitó respaldo para continuar al mando hasta al menos el fin del mandato legislativo.
Pero sus palabras no calmaron los ánimos. Varios diputados lo responsabilizan directamente de la derrota electoral, la segunda consecutiva tras las legislativas del año pasado, y le reprochan la pérdida de confianza del electorado tras una serie de escándalos relacionados con el dinero y el uso de fondos partidarios.
“El jefe siempre responde por la derrota. Eso es una norma no escrita en política japonesa, pero es el principio básico de la responsabilidad política.” — Diputado joven del ala Aso.
📘 ¿Qué es la «Ryōin giin kondan-kai y qué poder tiene?
La reunión celebrada hoy NO es un órgano de decisión. La Ryōin Giin Kondankai es una instancia informal donde se escucha la opinión de todos los legisladores del partido (tanto de la Cámara Baja como del Senado), pero sus resultados no son vinculantes.
En cambio, el órgano con poder formal dentro del LDP es la “Ryōin giin sōkai, 両院議員総会” (Reunión General de Parlamentarios de ambas Cámaras). Esta sí está definida en el artículo 82 de los Estatutos del Partido Liberal Democrático (Jimintō tōsoku, 自民党党則), que establece que:
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Es el segundo órgano decisorio más importante del partido, después del Congreso General del Partido.
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Tiene capacidad legal para destituir al presidente del partido (actual primer ministro).
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Puede convocarse si al menos un tercio de los legisladores lo solicitan por escrito.
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Debe celebrarse dentro de los 7 días siguientes a dicha solicitud.
📜 ¿Se cumple el requisito legal? ¿Ya pueden forzar la salida de Ishiba?
Sí. A esta hora (28 de julio), medios como NHK y Nikkei afirman que las facciones disidentes del LDP ya han reunido más de 103 firmas (el mínimo necesario de 1/3 de los 308 legisladores que no ocupan cargos de presidencia parlamentaria).
Las firmas provienen principalmente de:
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La extinta facción Abe (conservadores nacionalistas),
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El antiguo grupo Motegi, de corte liberal,
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Y la influyente facción Aso, con fuerte poder territorial.
La intención es exigir formalmente la convocatoria de la Reunión General, lo cual abriría la puerta a una moción interna de censura o a elecciones para elegir un nuevo presidente del partido —y por extensión, un nuevo primer ministro.
🔁 El eco del pasado: el precedente de 2009
La historia parece repetirse. En 2009, tras una dura derrota del LDP en las elecciones locales de Tokio, varios legisladores impulsaron exactamente la misma medida: recolectar firmas para convocar una 総会. En ese entonces, el líder era el primer ministro Aso Taro, y uno de los firmantes fue… el hoy primer ministro Ishiba Shigeru, entonces ministro de Agricultura.
En ese caso, el partido optó por realizar una Kondan-kai, 懇談会 informal, Aso resistió, pero el LDP perdió el poder meses después ante el Partido Democrático y pasó a la oposición.
🧭 ¿Qué podría pasar ahora?
Tres escenarios están sobre la mesa:
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Ishiba resiste, pero debilitado. Logra desactivar la rebelión con promesas de renovación interna y la creación de un “comité para analizar la derrota”, como sugirió hoy. Pero quedaría como un líder políticamente herido.
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Se convoca la Reunión General del Partido. Esto podría derivar en una moción de censura o una elección de nuevo presidente del partido, forzando la caída de Ishiba antes del fin del verano.
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Renuncia anticipada para evitar ruptura. Ishiba podría dimitir voluntariamente esta semana si el respaldo interno se vuelve insostenible, evitando una fractura pública del partido.
⚠️ ¿Por qué importa tanto esta crisis?
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Porque la economía japonesa está en tensión por la debilidad del yen, la inflación de alimentos y la incertidumbre comercial con EE.UU.
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Porque hay malestar ciudadano con la clase política, y una nueva elección anticipada podría dar lugar a cambios drásticos en el Congreso.
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Porque el liderazgo de Ishiba fue considerado, en su origen, como una renovación frente al viejo sistema… y ahora enfrenta las mismas críticas que combatía.
🔎 Conclusión
El liderazgo de Ishiba está colgando de un hilo legal y político. Aunque hoy intentó convencer a su partido de que su continuidad garantiza la estabilidad, las reglas internas del LDP y la presión histórica podrían dejarlo sin margen de maniobra.
El partido tiene en sus manos una decisión crítica: renovarse desde dentro o arriesgarse a perder otra vez el poder en las urnas.
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