Infracción múltiple: luz roja y doble ocupación en scooter eléctrico
📍Tōkyō | 30 de septiembre
En pleno corazón de la capital nipona, bajo un semáforo que marca con claridad la luz roja, una escena llamó la atención de peatones y conductores. Un extranjero a bordo de un scooter eléctrico avanzó sin detenerse, llevando consigo a una acompañante —también extranjera— en la parte trasera.
La imprudencia se hizo evidente: no solo desobedecieron la señal de tránsito, sino que además circulaban dos personas en un vehículo diseñado para uso individual, aumentando el riesgo de accidente.
La imagen transmite una mezcla de modernidad y descuido: mientras la urbe avanza hacia sistemas de movilidad más sostenibles, la falta de respeto a las normas puede convertir una alternativa ecológica en un peligro latente.
📜 Marco legal
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Reglas de tránsito:
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Los scooters eléctricos (電動キックボード dendō kickboard) están regulados como bicicletas eléctricas especiales.
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Está prohibido cruzar con semáforo en rojo (違反は信号無視 – shingō mushi).
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Pasajeros:
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Solo una persona puede circular por scooter. Llevar acompañante está prohibido (二人乗り禁止 – ninin nori kinshi).
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Equipamiento:
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Se exige casco para menores de 18 años y se recomienda para adultos.
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Circular sin cumplir normas de seguridad puede agravar la sanción en caso de accidente.
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⚖️ Sanciones posibles
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Multa por ignorar la luz roja: entre 5.000 y 9.000 yenes aproximadamente, según la prefectura.
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Multa por doble ocupación: puede superar los 10.000 yenes, además de puntos de penalización en la licencia de conducir (si el extranjero posee).
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Consecuencias administrativas: los infractores extranjeros pueden enfrentar advertencias oficiales y, en casos reincidentes o con accidentes, hasta afectaciones en el visado bajo la ley de control de extranjería (入管法).
🌍 Contexto
Muchos extranjeros en Japón desconocen la rigurosidad de las leyes de tránsito locales. En sus países de origen, los scooters eléctricos son vistos como vehículos flexibles con normas menos estrictas, pero en Japón la sociedad demanda respeto absoluto por las señales y reglas.
Lo que puede parecer “una travesura urbana” se percibe aquí como un acto de irresponsabilidad social que pone en riesgo tanto a peatones como a conductores.
Este episodio no solo refleja la tensión entre movilidad moderna y disciplina vial, sino también la importancia de que los residentes extranjeros se adapten a la cultura de respeto normativo que caracteriza a Japón.
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