Heridas en el bosque de bambú — el vandalismo que hiere a Arashiyama

 


📍Kyōto  |  21 de octubre


El célebre “camino de bambú” (竹林の小径) en Arashiyama, uno de los símbolos naturales más fotografiados de Kioto, enfrenta una ola de vandalismo sin precedentes. Más de 300 tallos de bambú presentan grabados de nombres, corazones y mensajes en distintos idiomas —desde caracteres japoneses hasta inscripciones en inglés y chino— que han alarmado tanto a residentes como a expertos ambientales.

Visitantes consultados por los medios expresaron su tristeza y desconcierto:

“Esto no es una pared, es naturaleza viva”, dijo una turista japonesa.
“No entiendo por qué alguien haría esto. Es muy triste; el bambú tarda años en crecer”, agregó otro visitante.

Los tallos heridos muestran inscripciones como “理恵・祐希” o “Revengers”, talladas con objetos punzantes que dañan irreversiblemente la superficie. Según la empresa Ebisuya, que administra los recorridos en rickshaw por la zona, el fenómeno comenzó hace unos ocho años, se redujo durante la pandemia, pero ha vuelto a intensificarse en los últimos dos años.

Últimamente notamos un repunte. Muchos usan objetos afilados para rayar el bambú. Es frustrante porque mancha la imagen del lugar”, lamentó un portavoz de Ebisuya.

Para contrarrestar los daños, los operadores locales colocan carteles trilingües (japonés, inglés, chino) y han cubierto parte de los tallos con cinta protectora, aunque reconocen que se trata de una medida temporal.

El impacto ecológico preocupa a especialistas:

El bambú no puede regenerar las células dañadas; las heridas permanecen de por vida”, advirtieren.

“Si los grabados cubren gran parte del tallo, se dificulta la fotosíntesis y el bambú puede morir o volcarse”.

Ante la gravedad del daño, el Ayuntamiento de Kioto estudia la posibilidad de talas selectivas para prevenir accidentes y recuperar la estética del paseo.

Este episodio se suma a una creciente lista de problemas de turismo irrespetuoso (迷惑行為) en destinos emblemáticos de Japón. Las autoridades locales insisten: preservar estos paisajes es responsabilidad compartida entre anfitriones y visitantes.

 


⚖️ Marco legal


La acción de tallar o dañar el bambú de Arashiyama podría constituir una infracción según varias normas locales y nacionales:

  1. Ley de Protección de Bienes Culturales (文化財保護法, art. 196)
    → castiga la destrucción o alteración de bienes culturales o paisajes designados como de interés especial, con multas de hasta 500,000 yenes o pena de prisión de hasta 5 años si se demuestra daño grave.

  2. Ordenanza de Protección del Paisaje de Kioto (京都市景観条例)
    → impone sanciones administrativas a quienes deterioren zonas de valor escénico, incluso sin intención de lucro. Las multas oscilan entre 50,000 y 200,000 yenes.

  3. Código Penal Japonés (刑法第261条, 器物損壊罪)
    → “daño a propiedad ajena” por destrucción o deterioro de objetos, aplicable incluso a elementos naturales gestionados por el municipio. Pena: hasta 3 años de prisión o multa de 300,000 yenes.

Si bien las autoridades no han identificado aún a los responsables, la municipalidad podría solicitar cooperación de cámaras de seguridad y aplicar sanciones ejemplares en caso de reincidencia, tanto para japoneses como para turistas extranjeros.



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