Evento de fans termina en proceso penal: mujer japonesa enfrentará juicio en Corea por contacto forzado a Jin
📍Seúl | 18 de noviembre
El gesto duró apenas unos segundos. Fue un movimiento impulsivo, quizá nacido de años de admiración, emoción contenida o de esa ilusión casi infantil de acercarse a alguien que parece intocable. Pero para la justicia surcoreana, aquel instante no fue un descuido ni una inocentada: fue un cruce de límites, un acto sin consentimiento, un delito.
La mujer japonesa de unos cincuenta años —quien el año pasado se inclinó hacia Jin, integrante de BTS, y lo besó sin permiso durante un evento de abrazos— enfrenta ahora una acusación formal de kyōsei waisetsu (強制わいせつ, agresión sexual forzada).
La investigación avanzó con discreción, paso a paso, hasta que este 12 de noviembre la Fiscalía del Distrito Este de Seúl decidió que el caso debía entrar a juicio. Jin expresó su deseo de que las autoridades procedan, una decisión que demuestra que incluso las estrellas más brillantes merecen y exigen algo tan básico como respeto a su espacio, a su cuerpo, a su dignidad.
De acuerdo con fuentes de la investigación, la mujer afirmó sentirse “frustrada” y dijo que “no imaginé que esto fuera un delito”. Esa frase se ha vuelto el espejo de un debate más profundo: ¿en qué momento se distorsionó la frontera entre admirar y poseer?
El mundo del K-pop, tan luminoso por fuera, carga con una sombra persistente: la impresión de que los idols deben estar siempre disponibles, siempre sonrientes, siempre accesibles, como si fueran personajes de un mundo sin límites.
Pero la realidad es otra.
Los idols son trabajadores, seres humanos que viven bajo una presión abrumadora. Para muchos de ellos, los fan events son una mezcla de gratitud y vulnerabilidad: miles de manos extendidas, miles de emociones desbordadas… y un solo cuerpo que debe permanecer firme en medio de la marea.
En ese contexto, un beso no pedido no es un gesto romántico, ni un arrebato inocente: es una invasión.
⚖️ Un marco legal que protege lo que a veces olvidamos
Corea del Sur castiga la agresión sexual forzada —incluidos besos o tocamientos no consentidos— con hasta 10 años de prisión o multas de hasta 15 millones de wones.
No es una legislación simbólica: responde a una idea clara y contundente de consentimiento.
No importa si la víctima es una celebridad, un idol o un ciudadano anónimo.
No importa si el acto dura un segundo o veinte.
Lo que importa es si la otra persona aceptó.
En un país donde los idols son trabajadores expuestos diariamente a multitudes, la ley se convierte en un escudo necesario. No se trata de criminalizar la emoción de los fans, sino de recordar que la admiración nunca justifica el contacto no deseado.
🟣 Una lección incómoda pero necesaria
Este caso, doloroso para todas las partes, revela algo que a menudo preferimos ignorar: la línea entre el cariño y la invasión puede desdibujarse cuando idealizamos a alguien.
La mujer dijo que “no pensó que fuera un delito”. Y quizá, detrás de esa frase, hay una mezcla de sorpresa y vergüenza, pero también una oportunidad para reflexionar sobre cómo tratamos a quienes admiramos.
La fama no elimina el derecho al consentimiento.
El cariño no da permiso.
La emoción no exime de responsabilidad.
🧍♂️ ¿Quién es JIN?
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Nombre real: Kim Seokjin (김석진). -
Fecha de nacimiento: 4 de diciembre de 1992.
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Miembro mayor de BTS y se desempeña como vocalista.
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Soñaba con ser actor luego de ver el drama «La Reina Seondeok».
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Fue descubierto por un cazatalentos mientras iba a la escuela.
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Entró como aprendiz en Big Hit Entertainment (actualmente HYBE).
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Curiosamente, cuando estaba en secundaria, fue reclutado por otra empresa famosa (SM Entertainment), pero pensó que era una estafa y no fue.
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Cumplió con su servicio militar obligatorio en Corea del Sur desde el 13 de diciembre de 2022 hasta su baja el 12 de junio de 2024.

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