PARÍS.- En los Juegos Olímpicos de Verano 2024, la selección femenina de esgrima de Japón logró una hazaña histórica al ganar la medalla de bronce en la modalidad de florete por equipos.
La victoria se concretó en el partido por el tercer lugar, donde el equipo japonés celebró con gran emoción y lágrimas de alegría. La estrella del equipo, Ueno, expresó su felicidad diciendo que se sentía «en la cima del mundo».
La transformación del equipo japonés es atribuida a Frank Boada, quien asumió el cargo de entrenador principal de florete femenino en 2017.
Boada, quien anteriormente fue entrenador de la selección francesa, observó que las esgrimistas japonesas eran percibidas como competidoras temibles por su actitud sumisa.
Con el objetivo de cambiar esta percepción, les instó a adoptar una mentalidad más agresiva y decidida. Les comparó con pandas que debían transformarse en tigres para competir con éxito.
El proceso de cambio en la mentalidad de las atletas fue notable. Jugadoras como Ueno y Higashi emergieron con un fuerte espíritu competitivo, y el equipo japonés logró un medalla de bronce en el Campeonato Mundial de 2023, la primera en 16 años.
La entrenadora del equipo, Sugawara Chieko, observó que las atletas dejaron de retirarse ante sus rivales y comenzaron a enfrentarse a ellos de manera más decidida.
EL DATO
Hasta ahora, Japón había tenido más éxito en la esgrima masculina, con medallas de plata en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012 en florete masculino. Las mujeres habían luchado por alcanzar un nivel comparable, pero no habían tenido éxito hasta ahora.
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