🔴 Intento de homicidio: exbarman apuñala a empresario
📍Tōkyō | 12 de septiembre
La tranquilidad del barrio de Akasaka (Minato-ku, Tokio), una de las zonas más concurridas y exclusivas de la capital japonesa, se vio interrumpida al promediar las 17:30 horas de hoy viernes.

En un edificio de oficinas, un hombre de nacionalidad etíope, Gebremariam Mesfin Murlat (61 años), atacó con un cuchillo de cocina a un empresario japonés de unos 30 años, quien resultó gravemente herido en el abdomen y se encuentra en estado crítico, inconsciente y en peligro de muerte.
Durante el forcejeo, un segundo hombre de la misma edad que intentó desarmar al agresor también sufrió heridas leves en el brazo. La policía lo arrestó de inmediato en el lugar de los hechos bajo la figura de arresto en flagrancia (genkōhan taiho, 現行犯逮捕).
👤 Perfil del agresor
El detenido es un extranjero que trabajó como barman en un bar propiedad de la empresa de la víctima.
- Fue despedido hace aproximadamente un año.
- Declaró a la policía que el empresario le había prometido presentarle en un nuevo empleo, pero como eso no ocurrió y “su situación no cambió”, decidió atacarlo.
- Sus palabras textuales fueron: “Lo apuñalé porque no cumplieron la promesa”.
Este trasfondo laboral convierte el caso en un crimen motivado por resentimiento y frustración personal.
⚖️ Marco legal
El caso se enmarca en varios artículos del Código Penal japonés (刑法, keihō) y leyes complementarias:
- Tentativa de homicidio (殺人未遂, satsujin misui)
- Castigada con 5 años de prisión como mínimo y hasta cadena perpetua.
- Aunque la víctima no haya muerto, el simple hecho de atacar con intención de matar basta para configurar el delito.
- Lesiones (傷害罪, shōgai-zai) por las heridas al segundo hombre.
- Penas de hasta 15 años de cárcel o multa de hasta 500,000 yenes.
- Violación a la Ley de Control de Armas de Fuego y Espadas (銃刀法違反, jūtōhō ihan)
- Portar y usar un cuchillo en un espacio público puede sumar cargos adicionales y agravar la condena.
Además, en caso de sentencia firme, al tratarse de un ciudadano extranjero, tras cumplir su condena podría enfrentar revocación del visado y deportación forzosa (強制送還, kyōsei sōkan).
🌐 Repercusiones sociales
El ataque generó gran conmoción porque ocurrió en plena zona empresarial de Akasaka, rodeada de oficinas, bares y hoteles frecuentados tanto por japoneses como por turistas internacionales.
Japón es considerado un país seguro, y casos de violencia laboral de esta magnitud son excepcionales. El hecho pone sobre la mesa:
- La vulnerabilidad de empresarios y empleados ante conflictos laborales que escalan a violencia.
- La necesidad de reforzar la seguridad en espacios de trabajo y locales de entretenimiento.
- El debate sobre la responsabilidad penal y migratoria de extranjeros que cometen delitos graves en Japón.
La policía metropolitana de Tokio (警視庁, Keishichō) continúa investigando para esclarecer si el ataque fue planeado o se trató de un acto impulsivo, y monitorea la evolución del estado de la víctima, cuya vida aún corre peligro.

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