Cuando día y noche se igualan, símbolo de armonía espiritual
📍Tōkyō | 21 de septiembre
En Japón, el paso de las estaciones no solo se mide por la temperatura o las flores que brotan, sino también por tradiciones profundamente enraizadas en la cultura y la espiritualidad.

Una de ellas es el 彼岸 (ひがん / Higan), conocido como “el otro lado de la orilla” en términos budistas, pero que en la vida cotidiana se traduce como una época del año para detenerse, agradecer y conectar con los antepasados.
📅 ¿Cuándo ocurre?
El Higan llega dos veces al año:
- En marzo con el Shunbun no Hi (春分の日 / Día del Equinoccio de Primavera).
- En septiembre, con el Shūbun no Hi (秋分の日 / Día del Equinoccio de Otoño).
Cada Higan dura 7 días: empieza con el higan-iri (彼岸入り, “entrada del Higan”), culmina en el día del equinoccio —llamado chūnichi (中日, “día central”)— y termina con el higan-ake (彼岸明け, “salida del Higan”).
🪦 Prácticas y significado espiritual
Durante el Higan, las familias suelen visitar las tumbas de sus antepasados, limpiarlas y dejar ofrendas de flores, incienso o comida. Se considera un momento para agradecer a quienes vinieron antes y reflexionar sobre la propia vida.
La tradición budista señala que los seis días restantes (además del central) representan la práctica de las Rokuharamitsu (六波羅蜜 – ろくはらみつ / seis virtudes para alcanzar la iluminación): generosidad, disciplina, paciencia, esfuerzo, meditación y sabiduría.
Pero más allá de lo religioso, el Higan se ha vuelto una costumbre cultural única de Japón, sin equivalente directo en la India o en China, de donde proviene el budismo.
🌞 Orígenes más antiguos
Los estudios de folclore apuntan a que el Higan también tiene raíces en la antigua adoración al sol y a los ancestros. El término higan (彼岸) pudo haber surgido de higan (日願, deseo al sol)”, asociado a las plegarias por la buena cosecha, y luego se mezcló con el lenguaje budista.
No es casual que el Higan coincida con los equinoccios, cuando el día y la noche tienen la misma duración, un momento cargado de simbolismo en culturas agrícolas.
🍡 Sabores del Higan: botamochi y ohagi
Si hay algo que acompaña a los rituales japoneses son los dulces estacionales. Durante el Higan, las familias preparan y comparten botamochi (en primavera) y ohagi (en otoño): bolitas de arroz glutinoso cubiertas de anko (pasta de frijol rojo).
El nombre cambia según la estación:
- Botamochi (牡丹餅), inspirado en la botan (牡丹,flor de peonía), que florece en primavera.
- Ohagi (お萩 ), tomado de hagi (萩, la planta de trébol japonés), que florece en otoño.
Ambos dulces simbolizan la unión de lo efímero (flores de temporada) y lo eterno (memoria de los ancestros).
🌸🌺 Flores del Higan
El cambio de estación también se expresa en la naturaleza:
- Higanbana (彼岸花, lirio araña rojo): aparece de manera repentina en los campos y caminos rurales durante el Higan de otoño. Su rojo intenso lo vuelve inolvidable, aunque su bulbo es venenoso, razón por la cual en el pasado se usaba como planta protectora en campos de arroz y tumbas.
- Higanzakura (彼岸桜, cerezo del Higan): florece en primavera, justo antes que los famosos cerezos Somei Yoshino. Para muchos, es la primera promesa visual de la llegada plena de la primavera.
🌡️ Un marcador climático
El Higan no solo marca el calendario espiritual, también el climático. El refrán Atsusasamusamohiganmade「暑さ寒さも彼岸まで」 recuerda que el calor del verano y el frío del invierno suelen suavizarse alrededor de estas fechas. Para los japoneses, el Higan funciona como un reloj natural, una especie de frontera simbólica que da esperanza: “pronto llegará el alivio”.
✨ En síntesis
El Higan es mucho más que un rito budista: es un puente entre la espiritualidad, la memoria familiar y el ritmo de la naturaleza. Con sus flores, dulces y refranes, invita a los japoneses a reconectar con el pasado, agradecer el presente y recibir el cambio de estación con calma.

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