Se cierran sus ojos, pero su legado sigue iluminando el camino
📍Tōkyō | 29 de diciembre
El año 2025, marcado por los 80 años del final de la Segunda Guerra Mundial, se convirtió también en un tiempo de despedidas profundas. A lo largo de estos meses, el mundo dijo adiós a figuras que, desde la política, el arte, la ciencia, la cultura y el deporte, ayudaron a darle forma al siglo XX y a los primeros compases del XXI.
No fueron solo nombres célebres. Fueron símbolos vivos: de la lucha por la paz, de la creatividad sin fronteras, del pensamiento crítico, de la rebeldía cultural y de la dignidad humana. Sus muertes no cerraron historias; las fijaron en la memoria colectiva.
En el ámbito espiritual y moral, la partida de Papa Francisco marcó el fin de un papado profundamente humano. Primer pontífice latinoamericano, hizo de la compasión, el diálogo interreligioso y la denuncia de las desigualdades su bandera. Desde Hiroshima, durante su visita a Japón en 2019, su voz contra las armas nucleares quedó grabada como uno de los mensajes éticos más potentes del siglo.
El cine perdió a intérpretes que definieron generaciones. Gene Hackman, rostro del cine duro y realista de Hollywood, y Robert Redford, icono del idealismo y la reflexión moral, dejaron tras de sí una filmografía que sigue dialogando con el presente. En Europa, Brigitte Bardot trascendió la pantalla para convertirse en símbolo de libertad femenina y defensa de los animales.
En la moda y la estética del poder silencioso, Giorgio Armani cerró una era: la de la elegancia sobria que conquistó al mundo sin estridencias.
La política y el pensamiento global también quedaron huérfanos de voces influyentes. El mundo recordó la coherencia austera de José Mujica, el “presidente más pobre”, cuya vida fue una crítica constante al consumismo. En contraste ideológico, figuras como Dick Cheney representaron el ejercicio del poder duro en la geopolítica contemporánea. Desde la cultura y las ideas, la desaparición de Mario Vargas Llosa, Nobel de Literatura, cerró uno de los capítulos más influyentes de las letras en español.
La música perdió voces irrepetibles. Ozzy Osbourne, pionero del heavy metal, dejó un legado que desafió normas y generaciones. Junto a él, otros artistas recordaron que la música popular también es memoria social.
En el deporte, la muerte de George Foreman evocó una de las historias más extraordinarias de resiliencia: campeón mundial que volvió a la cima a los 45 años, desafiando la lógica del tiempo.
Así, mientras el calendario se acerca a su final, 2025 se despide cargado de ausencias, pero también de herencias profundas. En cada película, libro, canción, idea o gesto ético que dejaron, estas figuras siguen acompañando a un mundo que, al recordarlas, también se mira a sí mismo.
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