TOKIO.- La administración del primer ministro Ishiba Shigeru planea relajar sus requisitos de visa para visitantes chinos con el objetivo de fomentar un mayor intercambio entre ambos países.

Citando fuentes gubernamentales, medios locales destacan que entre las propuestas que se están considerando se encuentran la simplificación de los procedimientos documentales y la ampliación del alcance para quienes puedan acceder a visas de corta duración con entradas múltiples.

Contexto de la medida

Esta iniciativa surge luego de que China restableciera a finales del mes pasado la exención de visas de corta duración para visitantes japoneses.

Esto indica un esfuerzo por mejorar las relaciones bilaterales y aumentar el flujo turístico y de negocios entre las dos naciones, especialmente en un momento donde ambos países buscan fortalecer sus lazos diplomáticos y económicos.

Anuncio oficial

El ministro de Relaciones Exteriores, Iwaya Takeshi, podría anunciar formalmente esta decisión durante su próxima visita a China, programada para este mes.

En esa ocasión, tiene previsto mantener conversaciones con su homólogo chino, Wang Yi, lo que podría incluir este tema como parte de la agenda principal.

Situación actual y retos

Actualmente, los ciudadanos chinos que desean solicitar visas turísticas para Japón deben cumplir requisitos estrictos, como poseer una tarjeta de crédito de categoría dorada, además de presentar certificados de ingresos y comprobantes de residencia.

Estos requisitos han sido percibidos como una barrera que limita la llegada de turistas chinos.

Sin embargo, Japón no parece dispuesto a aceptar una petición de China para eliminar por completo los requisitos de visa para los visitantes chinos.

Un funcionario del gobierno japonés subrayó la dificultad de implementar exenciones mutuas debido a las diferencias demográficas entre ambos países.

«La población de China es mucho mayor que la de Japón«, explicó, señalando los desafíos logísticos y de seguridad que esto podría implicar.

Implicaciones potenciales

De concretarse la relajación de los requisitos, Japón podría experimentar un incremento significativo en el número de visitantes chinos, quienes representan una parte importante del mercado turístico internacional.

Esto no solo beneficiaría la economía japonesa a través del turismo, sino que también podría mejorar la percepción mutua entre los ciudadanos de ambos países.

Sin embargo, la negativa de Tokio a eliminar por completo las visas refleja un enfoque cauteloso para equilibrar los beneficios económicos con la seguridad y el control migratorio.

En conclusión, la iniciativa de Japón de flexibilizar sus requisitos de visa para ciudadanos chinos marca un paso importante hacia el fortalecimiento de las relaciones bilaterales, aunque con limitaciones claras respecto a una exención total.

 

EL DATO

Las próximas semanas serán clave para definir el alcance de esta medida y su impacto en los vínculos entre ambas naciones.


 


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