Una sociedad que envejece se debate entre sostener a sus abuelos o aliviar a sus hijos trabajadores

 


📍Tōkyō  |  30 de septiembre


Hasta ahora, más de 3 millones de personas mayores de 75 años habían contado con un “colchón” para amortiguar el aumento de sus gastos médicos. Esta medida llamada  hairyo sochi  (配慮措置, medida de consideración)— limitaba a 3,000 yenes mensuales el aumento de la carga al pasar de pagar el 10% al 20% en las ventanillas de los hospitales.

Ese apoyo tenía un plazo de tres años y expiró el 30 de septiembre de 2025. Desde el 1 de octubre, quienes se encuentren en el grupo de mayores con ingresos medios (por ejemplo, un jubilado solo con 2 millones  yenes de ingresos anuales, o una pareja con 3.2 millones de yenes de ingresos conjuntos) comenzarán a sentir directamente el peso de ese 20%.

 


💰 Ejemplo práctico del cambio


  • Antes del 30 de septiembre:
    Un paciente con 50,000 yenes de gastos médicos pagaba 8,000 yenes (5,000 de copago + 3,000 del límite de la medida).

  • Desde el 1 de octubre:
    Ese mismo paciente pagará 10,000 yenes.
    👉 La diferencia es un aumento de 2,000 yenes al mes.

Aunque el sistema Kōgakuryōyōhiseido (高額療養費制度, alto costo médico) sigue vigente y asegura que el máximo mensual sea de 18,000 yenes, en la práctica muchos ancianos verán incrementos que, acumulados, sumarán cerca de 9,000 yenes más al año.

 


📊 Impacto colectivo


  • Afectados directos: unos 3.1 millones de ancianos.

  • Carga adicional promedio: 9,000 yenes/año.

  • Ahorro para la sociedad: unos 240,000 millones de yenes al año en reducción de aportes de la población trabajadora.

Esto refleja el espíritu de la llamada zensedai-gata shakai hoshō (全世代型社会保障, seguridad social para todas las generaciones), que busca un reparto más equilibrado entre trabajadores activos y jubilados.

 


🏥 Una mirada humana


Imaginemos a la señora Tanaka, de 77 años, viuda con una pensión justa que apenas supera los 200万 yenes anuales. Acude cada mes al hospital por hipertensión y diabetes. Hasta ayer, su factura mensual de consulta rondaba los 8,000 yenes. Ahora, será de 10,000 yenes. Puede parecer poco, pero para alguien que ya mide cada yen para comprar comida o pagar calefacción, ese ajuste pesa.

Por otro lado, el señor Sato, trabajador de 45 años con dos hijos en secundaria, quizá note una pequeña reducción en su aporte al seguro médico. La lógica del sistema busca precisamente aliviar la presión de las familias en edad productiva que sostienen tanto a sus hijos como al sistema de pensiones.

 


⚖️ Contexto político y social


El ministro de Salud, Fukuoka Kōrō, reconoció en rueda de prensa que el cambio puede generar confusión y malestar inicial. Sin embargo, insistió en que la medida es parte de un diseño a largo plazo: garantizar que la seguridad social japonesa no colapse en un contexto de rápido envejecimiento.

El debate está abierto:

  • ¿Es justo pedir más esfuerzo a los ancianos con ingresos medios?

  • ¿O debería el Estado aumentar los subsidios para protegerlos aún más?

  • En todo caso, Japón sigue caminando hacia un modelo de corresponsabilidad generacional, donde cada grupo de edad aporta según su capacidad.

 



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