Más del 90% de los japoneses afectados recorta en alimentos y ocio para sobrevivir a la inflación
📍Tōkyō | 14 de octubre
Casi el 83% de los hogares japoneses asegura haber sentido el impacto del alza de precios en su economía familiar, según una encuesta realizada por Sumitomo Life Insurance a inicios de septiembre.
El estudio, que consultó a 5.484 trabajadores asalariados de entre 20 y 60 años en todo el país, revela que la preocupación por la inflación se ha intensificado respecto al año pasado, cuando el porcentaje fue de 78.9%.
📈 Alimentación y energía, las principales víctimas del encarecimiento
Entre los encuestados que afirmaron estar afectados, el 91.3% señaló que el aumento de precios repercutió directamente en su presupuesto alimenticio, mientras que el 61.5% mencionó un incremento en las facturas eléctricas.
Más de la mitad de los participantes indicaron que su costo de vida mensual aumentó en promedio ¥9.636, una cifra significativa para familias que no han visto reflejada una mejora en sus ingresos.
Uno de los ejemplos más notorios del encarecimiento es el arroz, producto base de la dieta japonesa. El 26.4% de los consultados admitió haber evitado comprarlo debido a su alto precio, y un 34% consideró que un precio razonable por 5 kilogramos debería ser ¥2.000 o menos, cuando actualmente muchas marcas superan ampliamente esa cifra.
💰 Salarios estancados y expectativas moderadas
La encuesta también evidenció una brecha persistente entre inflación y salarios: solo el 14.3% de los encuestados espera un aumento de ingresos respecto al año pasado, mientras que el 77.9% cree que su salario se mantendrá igual.
Este estancamiento salarial, combinado con el encarecimiento de productos básicos y servicios, profundiza el malestar de la población y refleja los retos del gobierno japonés para alcanzar una inflación “saludable” acompañada de incrementos salariales sostenibles, como busca el Banco de Japón.
🥢 Estrategias de ahorro: comer menos y gastar menos
Ante la presión inflacionaria, el 75.6% de los afectados reconoció haber reducido sus gastos. Las áreas más sacrificadas son la alimentación (49.2%), seguidas por la ropa y los pasatiempos.
El sentimiento general entre los encuestados refleja cautela y resignación. Una joven de 20 años expresó: “Quiero que suban los salarios, porque todo está subiendo”. Por su parte, un hombre de 40 años comentó: “Espero recortes de impuestos para poder tener más ingreso disponible”.
Otros mencionaron que evitan gastar por miedo al futuro, una señal de la creciente inseguridad económica entre los trabajadores japoneses.
🔍 Contexto socioeconómico
El país atraviesa una etapa en la que la inflación supera el crecimiento salarial real, fenómeno que erosiona el poder adquisitivo incluso en sectores tradicionalmente estables.
Aunque el gobierno y las grandes empresas impulsaron incrementos salariales durante las “negociaciones de primavera” (shuntō), la subida de precios en alimentos, energía y vivienda ha sido más rápida, dejando a muchas familias con menos margen para el ahorro o el ocio.
La encuesta de Sumitomo Life pone en cifras lo que ya se percibe en la vida cotidiana: una sociedad que, pese a su disciplina financiera, se ve obligada a ajustar cada yen para sostener su calidad de vida.
Conclusión:
Japón enfrenta una tensión económica silenciosa: los precios suben, los salarios no alcanzan y la prudencia domina los bolsillos.
El desafío para los próximos meses será reequilibrar el costo de vida sin frenar el consumo, un reto crucial para la estabilidad del país en 2025.

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