Un lugar de oración profanado: mensaje de odio en un templo sagrado de Kioto

 


📍Tōkyō  | 17 de octubre


Un hecho indignante ha sacudido las redes sociales en Japón: en el templo Kiyomizu-dera de Kioto —uno de los lugares más sagrados y visitados del país—, alguien colgó una ema(placa votiva tradicional) escrita en chino, con una frase que decía:

Deseo: “Que los xiǎo guǐzi (una expresión históricamente usada en China para referirse de manera despectiva a los japoneses desde la Segunda Guerra Mundial, equivalente a un insulto racial) desaparezcan pronto.”Firmado por: Li Peng.

 

🛕 Un acto de odio en un sitio de oración


Las ema son pequeñas tablillas de madera donde los visitantes escriben sus deseos o plegarias, generalmente pidiendo salud, amor, éxito o paz.

Convertir este símbolo espiritual en un mensaje de odio ha sido calificado por muchos como una profanación del respeto y la fe que caracteriza a los templos japoneses.

El hecho, difundido con rapidez en X (Twitter), Weibo y foros locales, ha generado reacciones de tristeza, indignación y repudio.

Algunos usuarios chinos también expresaron vergüenza, afirmando que el autor no representa al pueblo chino, mientras que otros exigieron mayor control sobre las ema en sitios turísticos.

 

⚖️ Contexto cultural y legal


En Japón, los templos y santuarios no solo son espacios de fe, sino también bienes protegidos por la Ley de Protección de la Propiedad Cultural. Cualquier daño o acto irrespetuoso en ellos puede tener implicaciones legales.

Si se identifica al responsable de haber colgado una ema (tablilla votiva) con un mensaje de odio, podría enfrentarse a sanciones por daños al bien público o incluso por incitación al odio (ヘイトスピーチ), según la interpretación de las autoridades y la legislación vigente.

El templo Kiyomizu-dera, administrado por la secta budista Hossō, no ha emitido por ahora un comunicado oficial. Sin embargo, se presume que la tablilla ya fue retirada y que se reforzará la supervisión en el área donde los visitantes cuelgan sus deseos, con el fin de prevenir incidentes similares.

Japón carece de una ley penal nacional que castigue de forma general el discurso de odio, pero algunas ciudades —como Osaka y Kawasaki— han promulgado ordenanzas locales que penalizan los actos discriminatorios o los mensajes de desprecio hacia grupos étnicos o nacionales específicos.

 

💬 Voces en redes


  • “Esto no es solo una ofensa: es un ataque simbólico a nuestra cultura.”

  • “El templo Kiyomizu es un lugar de oración, no un muro para el odio.”

  • “Incluso los dioses deben haber llorado hoy”, escribió un usuario japonés con tono poético.

 

📍 Reflexión final


Lo ocurrido en Kiyomizu-dera no es un simple incidente aislado.

Es una llamada a preservar el respeto intercultural y espiritual en tiempos de turismo masivo e interacción digital global.

La libertad de expresión jamás puede justificar el desprecio hacia una nación ni hacia su herencia cultural.



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