La convivencia multicultural, en el centro del debate
📍Tōkyō, 17 de octubre
En un complejo residencial administrado por UR都市機構 (Urban Renaissance Agency), empresa pública japonesa que gestiona viviendas urbanas, se colocó un cartel dirigido específicamente a “los padres y madres de niños indios”, advirtiendo que “la entrada no es un lugar de juegos”.
El texto, escrito en inglés con errores gramaticales y tono inusual, señala que “muchos niños indios están corriendo y jugando a las atrapadas con gran ímpetu” y que “pueden incluso trepar los postes”.
Concluye con frases en rojo como “Do not ran at the entrance” y “Don’t climb the post”, y una advertencia: “Digan nuevamente a sus hijos antes de tener un gran problema”.
El cartel se viralizó por su enfoque étnico y discriminatorio, al identificar a un grupo nacional específico en lugar de emitir una regla general aplicable a todos los residentes.
⚖️ Marco legal
1. Posible discriminación indirecta
La Ley de Promoción de la Eliminación de la Discriminación Racial (人種差別撤廃施策推進法) de Japón, aunque no impone sanciones penales, establece que las instituciones públicas deben evitar expresiones o actos que discriminen por raza, origen nacional o étnico.
El cartel, al señalar solo a “niños indios”, puede considerarse un caso de discriminación indirecta (間接差別), contraria al espíritu de esta ley y a los principios del artículo 14 de la Constitución japonesa, que garantiza la igualdad ante la ley sin distinción de raza, credo o origen social.
2. Normas sobre convivencia en viviendas públicas
Los complejos de UR都市機構 tienen reglamentos que buscan mantener la convivencia vecinal y la seguridad, pero cualquier aviso dirigido a residentes debe ser neutral.
El uso de nacionalidades específicas puede violar las directrices internas de comunicación pública (UR団地生活ルール), que recomiendan redactar los avisos en lenguaje inclusivo, objetivo y sin referencias étnicas.
3. Reacciones y consecuencias posibles
- Si se determina que el cartel fue elaborado por un administrador local o comité vecinal, UR puede emitir una disculpa pública y retirar el aviso, como ha ocurrido en casos anteriores donde se mencionaban nacionalidades concretas (por ejemplo, avisos dirigidos a “residentes chinos” o “extranjeros ruidosos”).
- En algunos municipios, especialmente Kawasaki, Osaka y Tokio, las ordenanzas locales contra la discriminación (ヘイトスピーチ規制条例) podrían considerar este tipo de redacción como una forma leve de “expresión discriminatoria”, sujeta a advertencia administrativa.
🧭 Reflexión social
El aviso refleja una tensión social creciente en zonas urbanas japonesas con alta población extranjera, donde la convivencia multicultural aún enfrenta fricciones cotidianas.
Aunque el objetivo —mantener el orden en zonas comunes— es legítimo, el error radica en personalizar el problema por nacionalidad, reforzando estigmas y dividiendo comunidades.
Expertos en integración social señalan que lo correcto sería un mensaje del tipo:
“Please remind all children: The entrance is not a playground. Running and climbing are dangerous.”
Sin señalar país ni grupo alguno.
📍Conclusión
El cartel del complejo UR expone la delgada línea entre la gestión vecinal y la discriminación étnica en Japón.
Legalmente, no constituye un delito, pero sí una infracción ética y administrativa según las políticas de convivencia y respeto a la diversidad que el propio gobierno promueve.
Su difusión en redes ha reabierto el debate sobre cómo las instituciones públicas japonesas deben comunicar normas en contextos multiculturales, especialmente ante el aumento sostenido de residentes extranjeros.

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