TOKIO.- En un fallo contundente, el Tribunal de Distrito de Fukuoka dictó este martes la pena máxima de 30 años de prisión para acusado de agredir sexualmente a varias mujeres.
Se trata de Honda Michio, de 66 años, quien fue hallado responsable de los cargos presentados por seis mujeres que trabajaban en la tienda de mascotas de su propiedad.
La sentencia estuvo en total acuerdo con la solicitud de los fiscales.
Los hechos: abuso, amenazas y manipulación
Según la acusación, los delitos ocurrieron entre 2017 y 2022. Durante ese tiempo, Honda sometió a las víctimas a diversas formas de abuso sexual, utilizando el miedo como herramienta de control.
En al menos un caso, llegó a amenazar a una mujer con una espada japonesa tradicional, colocándosela en el cuello.
Además, afirmaba falsamente ser miembro de una organización criminal, lo que aumentaba el terror entre las víctimas y las hacía temer represalias si se oponían a sus exigencias.
La defensa intentó alegar consentimiento
Los abogados de Honda argumentaron que las interacciones fueron consensuadas, buscando su absolución.
Sin embargo, el tribunal rechazó esta versión y, tras evaluar las pruebas y los testimonios, determinó que el acusado utilizó la intimidación y el engaño para someter a sus empleadas.
Una condena ejemplar
El veredicto refuerza el compromiso de la justicia japonesa en castigar de manera severa los delitos sexuales y el abuso de poder.
La pena de 30 años es la más alta posible bajo la legislación actual en Japón para este tipo de crímenes y envía un mensaje claro sobre la gravedad de estos actos.
El caso ha generado indignación y ha reavivado el debate sobre la protección de las víctimas de abuso en el entorno laboral, especialmente cuando existe un desequilibrio de poder entre empleador y empleado.
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