Aunque los consumidores pueden celebrar encontrar arroz más barato en los estantes, esta tendencia podría estar acelerando el colapso del sistema agrícola nacional.
📍Tōkyō | 11 de Julio de 2025
Esta semana, el Ministerio de Agricultura confirmó un dato que en otros tiempos sería recibido con alivio por los hogares, pero que hoy viene cargado de preocupación.
El precio promedio del arroz ha caído hasta los 3.500 yenes por paquete de 5 kg, según algunos sondeos. Es decir, menos de 710 yenes por kilo, algo que no se veía desde hace varios años.
Lo que podría parecer una buena noticia para los bolsillos, es en realidad una señal de alarma para el campo japonés, que viene arrastrando dificultades desde hace más de un año.
La caída de precios responde no solo a factores económicos, sino también sociales, políticos y climáticos.
📊 Cifras que pintan el panorama
🧾 Reporte 1: Intage Research (インテージリサーチ)
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Datos de 6.000 tiendas (supermercados, droguerías, konbinis).
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Precio promedio del arroz (5 kg): 3.534 yenes.
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Bajada semanal: 157 yenes menos.
🛒 Reporte 2: Nowcast (ナウキャスト)
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Datos de 1.200 supermercados.
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Precio promedio: 3.996 yenes por 5 kg.
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Bajada leve: 6 yenes menos.
🌾 Encuesta oficial del Ministerio de Agricultura (農林水産省)
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Precio promedio reportado la semana pasada: 3.672 yenes.
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Baja de 129 yenes respecto a la semana anterior.
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Es la sexta semana consecutiva de caídas.
Resultado: los tres métodos de medición ya colocan el precio del arroz por debajo de los 4.000 yenes, un umbral simbólico que preocupa tanto como los 100 yenes por litro en la gasolina.
🧑🌾 Detrás del precio: la crisis silenciosa en el campo
Aunque los consumidores pueden celebrar encontrar arroz más barato en los estantes, esta tendencia podría estar acelerando el colapso del sistema agrícola nacional.
Desde el llamado “Reiwa no kome sōdō” (令和の米騒動), la «rebelión del arroz» de 2024, Japón ha vivido un vaivén agrícola:
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En 2024 hubo escasez por calor extremo, plagas y abandono de tierras de cultivo.
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En 2025 la situación cambió, con mejor cosecha pero poca demanda, lo que provocó sobreoferta.
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A eso se suma una baja del consumo interno de arroz, especialmente en hogares unipersonales y jóvenes que comen más pan, pasta o platos preparados.
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Y por si fuera poco, las importaciones baratas y las tensiones comerciales con EE.UU. (por posibles nuevos aranceles tipo Trump) están metiendo más presión al mercado.
Muchos agricultores no pueden competir con estos precios. La producción de arroz en Japón requiere mano de obra, cuidado de los campos, maquinaria, fertilizantes… y todo esto supera muchas veces el ingreso que ahora pueden obtener por su producto.
🍱 Impacto directo: productores de “pack gohan” también en problemas
Incluso los fabricantes de arroz pre-cocido envasado —los populares paquetes listos para microondas que se venden por millones en todo el país— han expresado su preocupación.
El presidente de la asociación del sector le dijo directamente al Ministro Koizumi que «están teniendo dificultades para asegurar el suministro de arroz de calidad, pese a la baja en los precios minoristas».
Es decir, aunque los precios bajan, el negocio no necesariamente mejora. Y menos si la inestabilidad hace que los agricultores reduzcan la siembra para el próximo año.
🗳️ ¿Y la política? El arroz vuelve al centro del debate
Con las elecciones de la Cámara Alta acercándose, los partidos políticos han vuelto a poner el arroz en el centro del debate nacional. Algunas propuestas incluyen:
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Apoyos directos a agricultores en zonas rurales.
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Compra estatal de excedentes para equilibrar precios.
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Liberación de arroz almacenado para usos industriales o exportación (medida ya anunciada por el Ministro el 4 de julio).
🤔 Entonces… ¿quién gana con esta caída de precios?
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Consumidores urbanos pueden comprar más barato… por ahora.
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Tiendas y supermercados, sin embargo, enfrentan incertidumbre: si bajan más los precios, podrían empezar a vender por debajo del costo de compra.
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Agricultores, en muchos casos, están vendiendo a pérdida. Si esta situación se prolonga, podrían abandonar la producción. Esto reabriría el riesgo de escasez en 2026.
🧩 Conclusión: arroz barato, país caro
La bajada de precios del arroz es una pieza más del complejo rompecabezas que enfrenta Japón: despoblación rural, cambios en los hábitos alimenticios, comercio internacional inestable y una política agrícola que aún busca cómo adaptarse al siglo XXI.
Hoy, comprar un paquete de arroz por 3.500 yenes puede parecer una ganga. Pero si mañana no hay quién lo cultive, el verdadero costo será mucho más alto.
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