Reflejo del difícil equilibrio entre eficiencia empresarial y responsabilidad social.
📍Kanagawa | 15 de Julio de 2025
Un silencio cargado de incertidumbre recorrió hoy la ciudad costera de Yokosuka, en la prefectura de Kanagawa. Nissan Motor, uno de los pilares de la industria automotriz japonesa, ha confirmado que cerrará su planta de producción en Oppama al final del año fiscal 2027.
El anuncio marca un punto de inflexión en la larga historia del fabricante, que lucha por reencontrar su rumbo en medio de una profunda reestructuración global.
🏭 Una planta con historia, ahora en cuenta regresiva
La planta de Oppama comenzó a operar en 1961. En su época dorada, fue un símbolo del milagro económico japonés de posguerra y una de las primeras fábricas de autos a gran escala del país.
De sus líneas de ensamblaje han salido millones de vehículos, y para miles de familias en Yokosuka y alrededores, Oppama no es solo una fábrica, es parte de su identidad.
Actualmente, se ensamblan allí dos modelos emblemáticos: el Nissan Note y el Note Aura. Sin embargo, la baja demanda global y los cambios en las tendencias de movilidad han hecho que la planta opere hoy con apenas un 40 % de su capacidad, muy lejos del mínimo del 80 % necesario para que sea rentable.
💬 “Una decisión que duele”, dice el presidente
Durante la conferencia de prensa celebrada este martes, el presidente de Nissan, Iván Espinosa, no escondió el tono grave del momento:
“Esta es una decisión que duele, profundamente. Pero si realmente queremos volver a crecer, debemos hacer lo necesario.”
Con este movimiento, Nissan cerrará no solo Oppama, sino también la planta de Shonan en Hiratsuka (también en Kanagawa), la cual finalizará sus operaciones un año antes, en 2026.
Ambas funciones serán absorbidas por la planta de Nissan Kyūshū, ubicada en Kanda, prefectura de Fukuoka.
👷♀️ ¿Qué pasará con los trabajadores?
En Oppama laboran aproximadamente 2.400 personas, muchas de ellas con décadas de experiencia. Nissan ha asegurado que todos continuarán trabajando hasta el cierre en 2027, pero el futuro más allá de esa fecha aún no está definido. La empresa prometió comunicar las decisiones una vez haya un plan claro.
En medio de la preocupación por posibles despidos masivos, surgió una luz de esperanza: Nissan está en conversaciones con la taiwanesa Hon Hai (Foxconn) para explorar usos alternativos del sitio de Oppama.
Si se concreta, se podrían evitar recortes laborales y mantener la actividad económica en la zona.
Además, no todo en el complejo de Oppama desaparecerá: el centro de investigación, el puerto exclusivo para Nissan y las instalaciones de prueba de colisión seguirán operando.
📉 Una reducción drástica para sobrevivir
El cierre de Oppama y Shonan es parte de un recorte más amplio. Nissan ya había anunciado que para el año fiscal 2027:
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Reducirá sus plantas de vehículos de 17 a 10 en todo el mundo.
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Recortará hasta 20.000 empleos.
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Bajará su capacidad productiva global de 3.5 millones a 2.5 millones de vehículos anuales.
En Japón, no se veían recortes de esta magnitud desde 2001, cuando se cerró la planta de Murayama, en Tokio.
🌍 Un contexto cambiante: ventas bajas y una nueva movilidad
El cierre de estas plantas no es solo un problema de producción. Nissan, como muchas otras automotrices, está atrapada entre dos mundos:
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Uno, el de los autos compactos de gasolina que antes dominaban el mercado japonés.
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Y otro, el de los vehículos eléctricos, autónomos y compartidos, que requieren nuevas formas de fabricación, diseño y comercialización.
El Nissan Note, que alguna vez fue líder de ventas, ha perdido protagonismo frente a competidores más modernos y eficientes. Y mientras empresas como Tesla, BYD o Toyota avanzan a toda velocidad en electrificación y tecnología, Nissan aún intenta ponerse al día.
🧭 ¿Y ahora qué?
El futuro del terreno de Oppama está en juego. Si bien la producción cesará, no está descartado que se convierta en un centro de desarrollo, logística o incluso producción de vehículos eléctricos bajo otro formato o en alianza con empresas tecnológicas.
Para los trabajadores, las familias y la comunidad de Yokosuka, los próximos dos años serán de espera, adaptación y, en muchos casos, de reconstrucción personal y profesional.
🧠 Reflexión final
Nissan ha sido durante más de medio siglo un emblema del progreso japonés. Pero los tiempos cambian. Esta reestructuración es una señal clara de que incluso los gigantes deben reinventarse o perecer.
El cierre de Oppama no es solo el final de una planta, sino el inicio de una nueva etapa, cargada de desafíos pero también de oportunidades.

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