Nagasaki, 80 años después: la lluvia acompaña un llamado global contra las armas nucleares
📍Tōkyō | 9 de Agosto de 2025
Hoy sábado, Nagasaki amaneció cubierta por un cielo gris y una lluvia persistente, como si la naturaleza misma guardara luto.
No es un día cualquiera: se cumplen 80 años del bombardeo atómico que, en 1945, borró del mapa barrios enteros y arrebató la vida a unas 74.000 personas en cuestión de segundos.
Desde las primeras horas de la mañana, el Parque de la Paz se convierte en un lugar de recogimiento. Sobre el altar colocado frente a la imponente Estatua de la Paz, sobrevivientes, familiares de víctimas, autoridades y ciudadanos anónimos se acercan en silencio, inclinaban la cabeza y unen las manos en oración.
Entre ellos, una mujer llegada junto a su esposo dejó un mensaje que resumía el sentimiento colectivo: “Deseo que el dolor de las familias que perdieron a sus seres queridos pueda sanar pronto”.
📜 Una herida que no cierra
El 9 de agosto de 1945, a las 11:02 de la mañana, la segunda bomba atómica utilizada en la historia —bautizada Fat Man— cayó sobre la ciudad portuaria. El estallido y la ola de calor arrasaron todo a su paso; los incendios posteriores y la radiación sellaron un destino trágico.
A 80 años, los hibakusha (sobrevivientes) siguen luchando contra enfermedades relacionadas con la exposición a la radiación. Muchos han perdido familiares en las décadas siguientes, no por la explosión, sino por sus secuelas invisibles.
⏰ La ceremonia oficial
A las 10:40, unas 2.700 personas —incluido el primer ministro Shigeru Ishiba— participarán en la Ceremonia Conmemorativa por la Paz.
En su discurso, el alcalde Suzuki Shiro tiene previsto exigir un alto el fuego inmediato en los conflictos que hoy azotan el mundo y renovar el llamado a la abolición total de las armas nucleares, una petición que Nagasaki repite año tras año, pero que sigue sin cumplirse.
Uno de los momentos más emotivos será el juramento por la paz que leerá un sobreviviente de 93 años, residente en la prefectura de Kanagawa. Con la voz de quien ha visto y sufrido lo impensable, recordará:
“Jamás debemos permitir que se utilicen armas nucleares”.
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💡 Un mensaje que trasciende fronteras
La conmemoración de Nagasaki no es solo un acto local de memoria. Es un recordatorio global del precio de la guerra y de la fragilidad de la paz.
En un momento histórico marcado por tensiones internacionales y amenazas armamentísticas, las campanas que hoy suenan en Nagasaki llevan un eco que pretende atravesar océanos y conciencias: la paz no es un ideal abstracto, es una necesidad urgente.
De la tragedia a la memoria: 80 años del bombardeo atómico en Nagasaki
⏳ 9 de agosto de 1945 – El día que cambió la historia
- 11:02 a. m.: El bombardero estadounidense B-29 Bockscar lanza la bomba atómica Fat Man sobre Nagasaki.
- Explosión y ola de calor: La detonación produce temperaturas cercanas a los 4.000°C, destruyendo instantáneamente barrios enteros.
- Víctimas inmediatas: Aproximadamente 74.000 personas mueren en cuestión de segundos.
- Días y semanas siguientes: Miles más perecen por quemaduras, heridas y la misteriosa enfermedad causada por la radiación, aún poco comprendida en aquel entonces.
📍 1945–1950 – El silencio y la supervivencia
- Los hibakusha (sobrevivientes) enfrentan un doble dolor: el físico, por las secuelas de la radiación, y el social, debido a la discriminación laboral y matrimonial por temor a enfermedades hereditarias.
- La reconstrucción de Nagasaki comienza lentamente; el Parque de la Paz se erige como símbolo de renacimiento y compromiso con la paz mundial.
🕊️ 1980–2000 – La voz de los sobrevivientes se globaliza
- Sobrevivientes viajan al extranjero para narrar sus testimonios en conferencias y foros internacionales.
- Nagasaki y Hiroshima impulsan activamente la campaña por la abolición de las armas nucleares en Naciones Unidas.
🌏 2020–2025 – Un mundo en tensión
- La conmemoración adquiere un sentido renovado en un contexto de amenazas nucleares y conflictos activos.
- La generación de sobrevivientes envejece: cada año, menos hibakusha pueden asistir en persona a las ceremonias, lo que aumenta la urgencia de preservar sus testimonios.
📖 Significado hoy
La ceremonia de este año no es solo un ritual conmemorativo; es un acto de resistencia moral contra el olvido y un llamado urgente a que lo ocurrido en Nagasaki no se repita jamás. En un mundo donde la amenaza nuclear sigue vigente, la memoria se convierte en arma de conciencia.

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