🚫 Se abre debate sobre discriminación y derecho de admisión en Japón
📍Chiba, 14 de septiembre
Un video grabado en la sucursal de Sumibi no Uttori, en la ciudad de Narita mostró cómo un grupo de turistas estadounidenses fue rechazado al intentar ingresar al local.

En las imágenes, un empleado señala un cartel colocado en la puerta donde se lee que solo se aceptan clientes que hablen japonés, negándoles la entrada de inmediato.
El hecho rápidamente se volvió viral en redes sociales, dividiendo opiniones:
- Críticas: muchos internautas calificaron la medida como “racista” y “discriminatoria”, subrayando que se excluye a personas únicamente por idioma o nacionalidad.
- Defensas: otros consideraron que el restaurante actuó en su derecho, ya que un negocio privado puede fijar condiciones para garantizar un servicio adecuado y mantener el orden dentro de su establecimiento.
📜 Marco legal
En Japón no existe una ley nacional específica de “derecho de admisión”, como ocurre en algunos países de América Latina. Sin embargo, hay bases jurídicas que los negocios suelen invocar:
- Libertad empresarial: bajo el Código Civil y la Ley de Comercio, los propietarios tienen cierto margen para establecer condiciones de prestación de servicios, siempre que no contradigan leyes superiores.
- Constitución (artículo 14): prohíbe la discriminación por raza, credo, sexo, condición social u origen. Sin embargo, en la práctica, los tribunales han permitido que pequeños comercios limiten el acceso por razones operativas (idioma, seguridad, falta de personal).
- Ordenanzas locales: algunas municipalidades, como Kawasaki, sí cuentan con reglamentos contra la discriminación étnica. En otras zonas, como Narita, no hay sanciones claras contra este tipo de restricciones.
En consecuencia, aunque la práctica es polémica, los restaurantes pueden justificar que no atienden a quienes no hablan japonés bajo el argumento de que no pueden garantizar la comunicación mínima necesaria para la seguridad, el servicio o la convivencia en el local.
🌏 Contexto
El episodio ocurre en un momento en que Japón intenta atraer turismo internacional récord, pero al mismo tiempo enfrenta tensiones por el overtourism (sobrecarga de visitantes en destinos locales). Restaurantes pequeños, sin personal bilingüe ni recursos, han optado por medidas restrictivas que priorizan a clientes japoneses o con dominio del idioma.
Este caso reaviva el debate sobre si Japón necesita una ley antidiscriminación nacional que equilibre el derecho de los comercios con la protección de los extranjeros frente a exclusiones arbitrarias.
👉 En resumen: el restaurante probablemente no enfrentará sanciones legales, pero el video se convirtió en un símbolo de la tensión entre la hospitalidad turística que Japón quiere proyectar y el derecho de los negocios a elegir a sus clientes.

©️Noticias Nippon
