Japón enfrenta dilema: turismo récord vs. respeto a la convivencia urbana
📍Tōkyō, 5 de octubre
En una de las terminales más concurridas de Japón, la estación de Shinagawa en la capital nipona, se vivió una escena que ha desatado debate en redes sociales.
Un grupo de turistas extranjeros, agotados y con grandes maletas, decidió sentarse en el suelo del pasillo de acceso a los andenes, bloqueando el flujo de pasajeros.
Las imágenes muestran a jóvenes sentados en círculo con mochilas y maletas alrededor, mientras otros viajeros intentan abrirse paso entre la multitud. Para muchos japoneses, acostumbrados a un uso disciplinado y ordenado de los espacios públicos, esta actitud se percibe como una falta de respeto hacia las normas de convivencia urbana.
En X (Twitter) y foros locales, los comentarios se multiplicaron: “¿Por qué no respetan el espacio público? No están en su casa” o “Esto refleja lo que está pasando con el turismo descontrolado”.
El tema conecta directamente con la creciente preocupación por el overtourism (sobrecarga turística), un fenómeno que afecta a grandes ciudades y destinos históricos de Japón.
⚖️ Marco legal y regulaciones aplicables
En Japón no existe una ley específica que prohíba sentarse en el suelo de las estaciones, pero sí rigen normas de uso de instalaciones públicas y ordenanzas locales:
- Ley Ferroviaria (鉄道営業法) – establece que los pasajeros deben comportarse de manera que no obstruyan el tránsito ni causen molestias a otros usuarios.
- Ordenanzas de cada estación/operadora ferroviaria (como JR East en Shinagawa) – facultan a personal de seguridad para llamar la atención, desalojar o incluso multar a quienes generen bloqueos o se comporten de manera inapropiada.
- Reglamentos de seguridad contra incendios – obligan a mantener pasillos y accesos libres para evacuaciones de emergencia.
Aunque lo más común es que el personal de la estación simplemente pida a los turistas que se levanten y se ubiquen en zonas designadas, la reiteración de este tipo de incidentes está alimentando un debate sobre sanciones más estrictas contra conductas asociadas al turismo masivo.
🌐 Contexto social
La escena en Shinagawa no es un caso aislado. Se suma a otras controversias recientes: turistas bloqueando calles estrechas en Kioto, visitantes disfrazados en “mari-carts” por Shibuya o viajeros ocupando espacios públicos con equipajes voluminosos. Todo ello refuerza la percepción de que el turismo, aunque vital para la economía, está tensando la convivencia en espacios cotidianos.
Japón se enfrenta así a un dilema: fomentar la hospitalidad (おもてなし) que tanto caracteriza su imagen internacional, pero al mismo tiempo proteger la calidad de vida de sus ciudadanos. De ahí que gobiernos locales y el nacional estén evaluando medidas adicionales, como impuestos turísticos más altos, campañas educativas multilingües y regulaciones más estrictas en estaciones y calles concurridas.
📌 Reflexión final:
Lo ocurrido en Shinagawa es más que una anécdota: es un símbolo del choque entre la masificación turística y el orden social japonés. Mientras algunos extranjeros pueden verlo como un simple descanso en un viaje largo, para los locales representa una invasión de la disciplina urbana. Un recordatorio de que viajar implica, ante todo, respetar las reglas no escritas de la cultura anfitriona.

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