TOKIO.- El astronauta japonés Ōnishi Takuya, de 49 años, ha regresado al espacio en la misión Crew-10, viajando a bordo de la nave Dragon de SpaceX.

Este equipo, compuesto por cuatro astronautas, despegó el 15 de marzo desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida, Estados Unidos, y llegó con éxito a la Estación Espacial Internacional (ISS) el 16 de marzo a la 1:00 p.m. (hora de Japón).


Un reencuentro emocionante en la ISS


Tras el acoplamiento de la nave a la ISS, aproximadamente una hora y media después se abrió la escotilla de conexión.

Ōnishi fue el primero en ingresar y, con un emotivo abrazo, saludó a los miembros de la tripulación que ya estaban a bordo.

Este gesto reflejó la hermandad y camaradería entre los astronautas, quienes trabajan juntos en un entorno de microgravedad durante largos periodos.

Durante la ceremonia de bienvenida, el astronauta japonés expresó su alegría en su idioma natal, compartiendo su emoción por regresar sano y salvo al espacio.

Asimismo, reafirmó su compromiso con la misión y anunció que, a partir del día siguiente, comenzará a trabajar en diversos experimentos científicos dentro del módulo japonés «Kibō» (que significa «Esperanza»).


Su segunda misión y un desafío mayor: el liderazgo en la ISS


Este es el segundo viaje espacial de Ōnishi, quien ya había visitado la ISS en 2016. Sin embargo, esta misión trae consigo un nuevo reto: durante la segunda mitad de su estancia, asumirá el rol de comandante de la Estación Espacial Internacional. Su labor como líder implicará coordinar operaciones, garantizar la seguridad de la tripulación y supervisar el mantenimiento de la estación.

Con este nombramiento, Ōnishi se convierte en el tercer astronauta japonés en la historia en comandar la ISS, siguiendo los pasos de Wakata Kōichi (61 años) y Hoshide Akihiko (56 años). Este hecho refuerza el protagonismo de Japón en la exploración espacial y destaca la confianza internacional en la capacidad de los astronautas nipones.


¿Por qué es importante esta misión?


La participación de Japón en misiones espaciales internacionales tiene múltiples beneficios y significados, entre ellos:

  1. Refuerzo del papel de Japón en la exploración espacial: La presencia de astronautas japoneses en la ISS consolida la posición del país en la comunidad científica y tecnológica global.
  2. Investigación científica en microgravedad: En la ISS, los experimentos llevados a cabo en condiciones de baja gravedad pueden aportar avances significativos en medicina, biotecnología y otros campos.
  3. Un hito en la carrera de Ōnishi: Convertirse en comandante de la ISS es un logro extraordinario que lo posiciona como un referente en la astronautica japonesa.
  4. Colaboración internacional: La misión Crew-10 representa un esfuerzo conjunto entre Estados Unidos, Japón y otras naciones, demostrando la importancia de la cooperación en la exploración del espacio.


Lo que sigue para Ōnishi y Crew-10


Ōnishi y su equipo permanecerán en la ISS durante aproximadamente seis meses, dedicándose a experimentos científicos y al mantenimiento de la estación. Su desempeño como comandante en la segunda mitad de la misión será clave para el éxito de la misma.

Este nuevo logro reafirma el papel crucial de Japón en la exploración espacial y marca otro paso importante hacia futuras misiones, incluyendo la posibilidad de viajar a la Luna y más allá.

 

 



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