El jet coaster sigue siendo un símbolo de cómo Japón mezcla el pasado y el futuro… al ritmo de una caída libre.
📍Tōkyō | 9 de Julio de 2025
Hoy se conmemora tanto como el “ジェットコースターの日” (Día del Jet Coaster) como el “ジェットコースター記念日” (Día conmemorativo del Jet Coaster), dependiendo de la fuente.

Pero en ambos casos, la intención es la misma: recordar el impacto cultural y emocional de esta atracción que, más allá de la velocidad, representa sueños, tecnología y momentos compartidos.
Hace exactamente 70 años, Japón daba un salto en su cultura del entretenimiento: el 9 de julio de 1955 se inauguraba en el antiguo parque de diversiones Kōrakuen Yūenchi, ubicado en Tokio, el primer jet coaster del país. Con ello, nacía no solo una atracción emblemática, sino también una nueva palabra del japonés moderno.
🎢 Una revolución llamada “Jet Coaster”
En esa época, la emoción por la aviación y los “jets” estaba en auge. Inspirados por esta fascinación, los responsables del parque decidieron bautizar a la nueva montaña rusa con el nombre “ジェットコースター (Jet Coaster)”. Aunque no era un término usado en inglés, el nombre tuvo tanto impacto que rápidamente se convirtió en sinónimo de montaña rusa en Japón.
La atracción contaba con 1.500 metros de recorrido y alcanzaba velocidades de hasta 55 km/h, cifras modestas si se comparan con los estándares actuales, pero que en su momento fueron suficientes para robar gritos de emoción y asombro a miles de visitantes.
El parque en sí también pasaría por transformaciones: en 2003 cambió su nombre a Tokyo Dome City Attractions y adoptó un modelo de entrada gratuita, permitiendo el acceso libre al recinto y cobrando solo por el uso de atracciones individuales.
⚡ El presente: “Thunder Dolphin”, la joya urbana de Tokio
Hoy, quienes visitan el mismo recinto pueden subirse al Thunder Dolphin, una montaña rusa moderna que alcanza los 130 km/h y recorre 1.100 metros entre los edificios del complejo y hasta atraviesa el gran aro del centro comercial LaQua. Más que una simple atracción, es una experiencia única: se desliza entre rascacielos, pasa a través de una estructura de rueda de la fortuna y ofrece panorámicas vertiginosas del corazón de Tokio.
Para muchos turistas y habitantes de la capital, el Thunder Dolphin es una parada obligada: una mezcla de adrenalina, diseño urbano y nostalgia.
🏛️ El pionero que aún sobrevive: Asakusa Hanayashiki
Aunque el primer jet coaster moderno nació en 1955, el más antiguo aún en funcionamiento en Japón fue instalado dos años antes, en 1953, en el parque Asakusa Hanayashiki, también en Tokio. Esta montaña rusa, de apariencia modesta y sonido chirriante, es un viaje al pasado. Su estructura de madera y su ruta que rodea estrechamente el parque dan testimonio de una época más simple del entretenimiento japonés.
Para los visitantes mayores, es un recordatorio de la infancia; para los jóvenes, una curiosidad retro encantadora.
💬 Una palabra final
En un país que valora profundamente tanto la innovación como la tradición, las montañas rusas han sabido encontrar su lugar. Desde los gritos de emoción que llenaban el aire en los años 50 hasta los recorridos vertiginosos de hoy entre rascacielos, el jet coaster sigue siendo un símbolo de cómo Japón mezcla el pasado y el futuro… al ritmo de una caída libre.
🎡 Hoy, alzamos los brazos en alto y gritamos: ¡feliz Día del Jet Coaster!

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