Una simple compra en el metro terminó recordando uno de los crímenes más aterradores del Japón moderno

 


📍Tōkyō  |  10  de Julio de 2025


Un gesto cotidiano como comprar una bebida en una máquina expendedora terminó con un estremecedor recuerdo de uno de los crímenes más aterradores de Japón.

El usuario de redes sociales conocido como @No343D55, bajo el alias de “Sokudo”, alertó públicamente sobre un hecho que vivió recientemente en la estación Sendagi de la línea Chiyoda del metro de Tokio.

Mientras retiraba el producto que había comprado, notó que en el compartimento de recogida ya había otra botella colocada, diferente a las que ofrecía la máquina.

La marca era distinta —un producto de Asahi— mientras que la expendedora pertenecía al fabricante Pokka Sapporo.

El detalle que más lo inquietó: la botella estaba perfectamente fría, como si alguien la hubiera dejado intencionalmente.

“Pensé que alguien la había olvidado, pero al ver que era de otra marca, entendí que no era normal. Me vino a la mente el caso del Paraquat. Por eso decidí no tocarla más, la puse a un lado y llamé al personal de la estación para reportarlo”, explicó Sokudo en su cuenta de X (antes Twitter).


🧪 El fantasma del pasado: el caso Paraquat


La publicación de Sokudo generó una ola de respuestas de personas que, como él, recordaron de inmediato el caso de los envenenamientos con Paraquat, un crimen sin resolver que sacudió al país en 1985.

Durante varios meses, alguien colocó botellas de bebidas adulteradas con herbicidas letales (principalmente Paraquat) en máquinas expendedoras o en sus cercanías.

Al menos 13 personas murieron tras consumirlas, y aunque la policía realizó una gran operación nacional, nunca se identificó al responsable. El crimen prescribió en 2005, dejando un precedente trágico e impune en la historia criminal japonesa.


🧃 “No tomes lo que no compraste tú”: una lección que no caduca


Varios usuarios respondieron con experiencias similares. Muchos contaron cómo, durante su infancia, sus familias y escuelas les advertían:

“Nunca tomes nada que encuentres en la calle, aunque esté cerrado. Especialmente si está en una máquina expendedora y tú no lo compraste”.

El mensaje sigue más vigente que nunca: incluso las bebidas “cerradas” pueden haber sido manipuladas con agujas hipodérmicas, y los sellos pueden pasar desapercibidos.

En palabras de Sokudo:

“Tal vez no todos conocen estos casos, sobre todo generaciones más jóvenes. Pero por eso decidí compartir mi experiencia: para que sirva como recordatorio, como advertencia. No se trata de vivir con miedo, pero sí de estar alerta”.


📞 ¿Qué hizo Sokudo? Actuar con cabeza fría


A falta de personal visible en la estación, Sokudo buscó el número telefónico del metro y llamó directamente para reportar lo ocurrido. Una empleada le atendió y le indicó que bastaba con dejar la botella a un lado para que fuera retirada. La respuesta fue cortés, pero no particularmente alarmada.

“Me pareció que no era la primera vez que veían algo así. Pero no por eso debemos normalizarlo”.

Este gesto cívico —el no ignorar el hecho, no tomar la bebida y alertar al personal— puede haber prevenido una tragedia, en caso de que efectivamente hubiera intención maliciosa detrás.


🧒 Niños y jóvenes, los más vulnerables


El riesgo no es teórico. Recientemente, tres estudiantes de secundaria en Japón fueron hospitalizadas tras beber jugo entregado por un desconocido. Aunque se trató de un caso aislado, confirma que el peligro persiste.

Las máquinas expendedoras en Japón gozan de enorme confianza pública, pero también pueden convertirse en blancos para bromistas, imitadores de crímenes o incluso agresores con intenciones reales. Por ello, especialistas recomiendan:

  • Enseñar a niños y jóvenes a no consumir bebidas que no hayan comprado ellos mismos.

  • Desconfiar de cualquier botella encontrada, aunque esté cerrada y fría.

  • Reportar estos hallazgos a personal de estaciones o autoridades locales.


🧬 El crimen sin castigo: ¿qué fue el caso Paraquat?


Nombre: Parakōto renzoku dokusatsu jiken ( パラコート連続毒殺事件)
Año: 1985
Lugar: Japón, múltiples prefecturas
Modus operandi: bebidas adulteradas con herbicida (Paraquat) colocadas cerca de máquinas expendedoras
Víctimas: al menos 13 fallecidos confirmados
Resultado: Ningún detenido. Caso prescribió en 2005.

El Paraquat es un herbicida extremadamente tóxico. Una pequeña cantidad puede causar la muerte por insuficiencia respiratoria en menos de 24 horas. No existe antídoto conocido.


🛑 Conclusión: precaución, no paranoia


Lo ocurrido a Sokudo nos recuerda algo muy simple, pero importante: el mal no siempre se presenta con señales evidentes. A veces, se disfraza de algo tan inofensivo como una bebida bien fría en un lugar público.

No lo compraste tú. No lo toques. No lo tomes.

La historia puede parecer exagerada, pero el riesgo es real. La seguridad empieza por desconfiar de lo que parece “gratis”, “olvidado” o “conveniente”.



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