TOKIO.- En un polémico caso, siete hombres de entre 20 y 40 años provenientes de diversas regiones, incluyendo Kantō y Okinawa, presentaron una demanda colectiva exigiendo 30 millones de yenes en concepto de compensación por daños.

Alegan haber sido sacados de sus hogares contra su voluntad y confinados en una instalación en Kanagawa, operada por una organización que se dedica a «apoyar la autonomía de personas hikikomori» (individuos que se aíslan socialmente).

Este caso pone el foco en las actividades de los llamados hikidashiya, o «sacadores», empresas que prometen ayudar a las familias a reintegrar a sus hijos al mundo exterior, pero que a menudo recurren a métodos coercitivos e ilegales.

Resolución parcial del caso

El 10 de enero, el abogado de los demandantes reveló que el Tribunal de Distrito de Yokohama reconoció la ilegalidad de las acciones de la empresa en dos de los casos.

El tribunal emitió una resolución bajo el artículo 17 de la Ley de Conciliación Civil, otorgándole el mismo peso legal que un acuerdo de conciliación. Esta decisión incluye tres puntos clave:

1. Reconocimiento de la ilegalidad y disculpa formal: La empresa admitió que restringió ilegalmente la libertad de los demandantes sin su consentimiento y ofreció disculpas.
2. Compensación económica: Se ordenó el pago de indemnizaciones, con una suma de 400,000 yenes para uno de los afectados, mientras que la cantidad para el otro permanece confidencial.
3. Compromiso de cese de actividades ilegales: La empresa se comprometió a no realizar prácticas ilegales en el futuro bajo el pretexto de ofrecer apoyo a la autonomía.

Contexto y antecedentes

La instalación implicada es el One Step School Shonan, administrada por la organización Centro de Apoyo Educativo para Jóvenes (一般社団法人 若者教育支援センター).

Según los demandantes, entre 2017 y 2019, fueron forzados a abandonar sus hogares mientras trabajaban en empleos temporales o buscaban trabajo.

Sus propios padres contrataron a esta organización con la esperanza de que sus hijos pudieran superar su aislamiento social.

El término hikidashiya ha ganado notoriedad en Japón debido a las controversias relacionadas con sus métodos.

Aunque algunas familias recurren a ellos como último recurso, varios tribunales han comenzado a dictar sentencias que reconocen la ilegalidad de sus prácticas, incluyendo secuestros y detenciones forzadas en instalaciones cerradas.

Implicaciones y próximas etapas

El fallo reciente marca un avance importante en la protección de los derechos humanos de los hikikomori, una población vulnerable.

Sin embargo, el caso aún no está cerrado, ya que los cinco demandantes restantes continúan con sus juicios.

Se espera que las decisiones judiciales adicionales se emitan en un futuro próximo, lo que podría sentar precedentes legales para futuros litigios contra los hikidashiya.

hikikomori (引きこもり)

El término  hace referencia a un fenómeno social japonés que describe a personas que se retiran drásticamente de la vida social, optando por un aislamiento prolongado que puede durar meses o incluso años.

Aunque este comportamiento puede encontrarse en otras partes del mundo, en Japón tiene una prevalencia y características distintivas que lo hacen un tema de gran interés social y cultural.

Características principales de los hikikomori

1. Aislamiento prolongado
   Las personas hikikomori suelen encerrarse en sus habitaciones durante largos períodos, evitando todo contacto directo con el exterior. En muchos casos, el aislamiento dura más de seis meses, y para algunos, se extiende por décadas.
2. Inactividad laboral y educativa
   Los hikikomori no trabajan ni asisten a instituciones educativas, lo que los diferencia de otras personas que trabajan de forma remota o estudian en casa. Su inactividad los desconecta de los ciclos productivos habituales.
3. Relaciones familiares limitadas
   Dentro del mismo hogar, los hikikomori pueden evitar interactuar con sus familiares, optando por comunicarse mediante notas o dispositivos electrónicos, lo que refuerza su aislamiento.
4. Dependencia tecnológica
   Pasan gran parte de su tiempo utilizando internet, jugando videojuegos, viendo videos o interactuando en redes sociales. La tecnología actúa como una ventana al mundo exterior sin necesidad de contacto físico.

Causas

1. Presión social y académica
   Japón es conocido por sus estrictos estándares educativos y laborales. Los jóvenes enfrentan una enorme presión para alcanzar el éxito académico y profesional, lo que puede provocar un sentimiento de fracaso y, en algunos casos, un rechazo total hacia esas expectativas.
2. Cultura del honor y la vergüenza
   En la sociedad japonesa, el miedo a ser juzgado negativamente o a «perder la cara» lleva a algunos a aislarse para evitar críticas o decepcionar a sus familias.
3. Problemas de salud mental
   Trastornos como la ansiedad social, la depresión y otras condiciones psicológicas son frecuentes entre los hikikomori, exacerbando su tendencia al aislamiento.
4. Cambios en el mercado laboral
   La inestabilidad en el empleo y la dificultad para encontrar trabajos de larga duración generan estrés y frustración, contribuyendo al retiro de algunos jóvenes de la sociedad.

Consecuencias

1. Impacto en la salud mental y física
   El aislamiento prolongado puede deteriorar tanto la salud mental como la física de los hikikomori, aumentando el riesgo de enfermedades psicosomáticas.
2. Dependencia económica de la familia
   Muchas familias cargan con el peso económico de mantener a un miembro que no contribuye financieramente, lo que genera tensiones y puede perpetuar el ciclo de aislamiento.
3. Efecto macroeconómico y social
   Se estima que hay más de un millón de hikikomori en Japón, lo que representa una carga considerable para la economía y el equilibrio social del país.

Soluciones y enfoques de apoyo

1. Intervención profesional
   Psicólogos y terapeutas especializados en hikikomori trabajan con las familias y los individuos para facilitar su reintegración social, abordando las raíces psicológicas del aislamiento.
2. Programas comunitarios de reintegración
   Existen organizaciones que ofrecen actividades, talleres y espacios seguros para fomentar la socialización, ayudando a los hikikomori a recuperar confianza en el contacto interpersonal.
3. Cambio en la percepción social
   Es fundamental reducir el estigma asociado a la salud mental y al hikikomori, fomentando una comprensión más amplia y empática del problema.

Reflexión final

El hikikomori es un fenómeno complejo que ilustra cómo las presiones culturales, sociales y económicas pueden llevar a un aislamiento extremo. Aunque es más visible en Japón, otras sociedades también están comenzando a notar un aumento en este tipo de conductas, subrayando la necesidad de crear sistemas de apoyo efectivos y accesibles para abordar el problema desde sus raíces.

EL DATO

Este caso subraya la necesidad de una regulación más estricta en la industria del apoyo a los hikikomori, así como la importancia de alternativas éticas y efectivas para abordar este complejo fenómeno social en Japón.

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