🕊️ Hiroshima, 80 años después: entre la memoria que se apaga y el eco urgente del “nunca más”
📍 Tōkyō | 5 de agosto de 2025
Mañana miércoles Hiroshima no solo recuerda su tragedia: la grita al mundo con más fuerza que nunca.
Ochenta años después de que la primera bomba atómica jamás utilizada contra seres humanos arrasara esta ciudad, la memoria colectiva y el compromiso por un mundo sin armas nucleares se enfrentan a un doble desafío: la desaparición progresiva de los testigos directos y la persistencia —incluso el recrudecimiento— de las tensiones nucleares a escala global.
⛪ Un minuto de silencio que atraviesa generaciones
A las 8:15 a.m., la ciudad entera se detendrá. Fue esa la hora exacta en que, el 6 de agosto de 1945, el cielo se rasgó con el rugido de “Little Boy”, la bomba nuclear que EE. UU. lanzó sobre Hiroshima, matando instantáneamente a decenas de miles de personas y condenando a muchos más a morir lentamente por la radiación.
Mañana, miles de personas —incluidos hibakusha (sobrevivientes de la bomba), sus descendientes, estudiantes, familias, políticos y diplomáticos de 120 países y regiones— se reunirán en el Parque Memorial de la Paz para participar en la tradicional Ceremonia Conmemorativa. (se transmitirá en vivo la ceremonia conmemorativa directamente desde: https://tiktok.com/@hiroshima_pref)
Entre los asistentes destacarán representantes de potencias nucleares como Estados Unidos, Reino Unido, Francia y China, cuya presencia subrayará la tensión pero también la urgencia del momento histórico.
Se depositarán en el cenotafio los nombres de 4.940 personas fallecidas en el último año como consecuencia directa o indirecta del bombardeo. Con ellos, la lista total de víctimas reconocidas asciende ya a 349.246 almas.
Cada uno de esos nombres es más que un número: son madres, hijos, hermanos, amigos…
Una ciudad entera arrancada de la vida y puesta como advertencia a la historia.
👵 La memoria se debilita, pero no desaparece
Uno de los datos más impactantes de este año es que, por primera vez, el número de sobrevivientes registrados en Japón ha bajado de los 100.000. La edad promedio de los hibakusha supera ya los 86 años, lo que hace cada vez más difícil escuchar testimonios directos del horror.
El tiempo juega en contra de la memoria viva. Lo que antes se transmitía de boca en boca ahora depende de grabaciones, archivos, museos y la voluntad de las nuevas generaciones de seguir contando la historia. Pero ¿es suficiente? ¿Puede una generación que no vivió la guerra comprender lo que significó sobrevivir a la bomba?
En ese contexto, la entrega del Premio Nobel de la Paz en 2024 a la organización Nihon Hidankyo (Federación de organizaciones de víctimas de las bombas atómicas y de hidrógeno) fue un hito que reavivó la lucha por el desarme nuclear.
Fue, también, un gesto de reconocimiento al dolor convertido en resistencia.
🌐 Un mundo cada vez más nuclear
El mensaje de Hiroshima ha sido siempre claro: “Nunca más”.
Pero el mundo, 80 años después, parece estar yendo en la dirección contraria.
•Rusia y Corea del Norte han intensificado su retórica nuclear.
•China moderniza su arsenal en medio de tensiones con Taiwán.
•Estados Unidos mantiene su doctrina de disuasión.
•Israel, India y Pakistán se niegan a adherirse al Tratado de Prohibición de Armas Nucleares.
El tratado internacional que prohíbe completamente el uso y posesión de armas nucleares, aprobado en la ONU en 2017, sigue sin contar con la firma de las principales potencias nucleares.
Mientras tanto, en Hiroshima, los sobrevivientes —ya con voz temblorosa, pero con la misma firmeza de siempre— siguen gritando:
“Quien ha visto lo que yo vi, jamás justificaría las armas nucleares. No hay defensa, no hay razón, no hay excusa”.
🧒 Una nueva generación toma la posta
La conmemoración de este año también marcará un relevo simbólico:
Estudiantes de secundaria y universitarios japoneses, junto con jóvenes activistas de otros países, encabezarán marchas, exhibiciones artísticas y lecturas de testimonios.
Muchos de ellos no tienen relación directa con Hiroshima, pero sienten que el mensaje les pertenece.
Para ellos, la memoria no es una carga, sino una responsabilidad.
🇯🇵 Hiroshima: un faro moral, no un símbolo del pasado
A 80 años del infierno atómico, Hiroshima sigue siendo un símbolo vivo.
No es solo una ciudad mártir: es una voz moral que incomoda, que desafía a los gobiernos, que nos recuerda que el poder de destruir el mundo sigue en manos de unos pocos… y que la indiferencia también es una forma de complicidad.
En una época donde las guerras vuelven a golpear con fuerza en distintas regiones, el mensaje de Hiroshima sigue siendo urgente:
La paz no se negocia con bombas. Se construye con memoria, justicia y compromiso.
✍️ Reflexión final
El mundo ha cambiado mucho desde 1945, pero la pregunta que nos lanza Hiroshima sigue sin respuesta:
¿Aprenderemos antes de que sea demasiado tarde?
Este 6 de agosto, Hiroshima no solo recordará su dolor. Lo convertirá, otra vez, en una esperanza activa, en una advertencia con nombres y apellidos, en una oración silenciosa, en una promesa de lucha.
Nunca olvides Hiroshima. Nunca ignores Hiroshima. Nunca más Hiroshima.

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