El megaterremoto que puede partir Japón: probabilidad casi segura
📍Tōkyō | 26 de septiembre
En Japón, cada cierto tiempo la ciencia nos recuerda una verdad incómoda: vivimos en una de las zonas más sísmicamente activas del planeta.
Esta semana, el Gobierno de Japón —a través de la Comisión de Investigación de Terremotos (地震調査委員会)— actualizó una de sus cifras más sensibles: la probabilidad de que ocurra un megaterremoto en la fosa de Nankai en los próximos 30 años.
La nueva estimación señala que ese riesgo ya no es de un “80% aproximado” como se venía difundiendo, sino que se amplía a una franja más amplia y, para muchos, más inquietante: entre 60% y 90% o incluso superior.
⚡ ¿Qué es el “Nankai Trough”?
La fosa de Nankai se encuentra frente a la costa del Pacífico, desde Shizuoka hasta Kyūshū. Allí, la placa Filipina se hunde bajo la placa Euroasiática. Ese movimiento genera una acumulación de energía que, cada 100 a 200 años, se libera en forma de terremotos masivos de magnitudes 8 a 9.
La historia japonesa recuerda episodios devastadores:
- 1944 (Showa Tonankai) y 1946 (Showa Nankai), dos terremotos consecutivos que dejaron miles de muertos.
- Antes, en el siglo XIX, la serie de terremotos de Ansei (1854) arrasó poblaciones enteras en Kansai y Shikoku.
🏚️ El peor escenario posible
El gobierno maneja simulaciones escalofriantes:
- Muertos potenciales: hasta 298,000 personas.
- Heridos y desaparecidos: más de 620,000.
- Impacto social: tsunamis de más de 20 metros, incendios urbanos, cortes masivos de energía, agua y transporte.
En un país donde las megalópolis como Osaka, Nagoya y hasta Tokio dependen de estas costas, el Nankai Trough no es solo un tema científico: es una amenaza a la infraestructura vital del Japón moderno.

📊 ¿Por qué cambió la cifra?
La comisión ajustó el cálculo con dos factores clave:
- Nuevos métodos estadísticos: más precisos al combinar series históricas con modelos de placas tectónicas.
- Mayor cantidad de datos geológicos: perforaciones submarinas, sensores de deformación del suelo y satélites que detectan micro-movimientos de la corteza.
El resultado fue claro: no se trata de una cifra única, sino de un rango más realista. Para la población común, sin embargo, el mensaje es el mismo: el riesgo es alto y creciente.
🚨 Llamado a la preparación
La comisión subrayó que esta revisión no debe ser motivo de pánico, sino de acción. Recomendaciones prácticas incluyen:
- Revisar planes de evacuación en cada hogar y empresa.
- Participar en simulacros locales.
- Almacenar agua, comida y medicinas para al menos una semana.
- Conocer las rutas de evacuación hacia zonas altas en caso de tsunami.
🧩 Una mirada humana
Para muchos japoneses, esta noticia remueve recuerdos y temores recientes: el Gran Terremoto del Este de Japón (2011), el de Kumamoto (2016), o incluso los sismos en Ishikawa de este 2024. Cada cifra publicada por los científicos no es abstracta: se convierte en conversaciones en las familias, en los pasillos de las escuelas, en las asambleas barriales.
Al final, la ciencia no puede decir cuándo será el día, pero sí nos recuerda algo esencial:
👉 Vivir en Japón es convivir con la certeza de que un gran terremoto volverá. La única respuesta posible es la preparación colectiva.

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