Falsos pasaportes, explotación y fuga: las sombras de la migración laboral en Japón rural
📍Iwate | 18 de octubre
La norteña prefectura de Iwate se vio sacudida por la detención de 13 ciudadanos vietnamitas, de entre 21 y 46 años, acusados de violar la Nyūkan nanmin-hō (入管難民法, Ley de Inmigración y Refugiados) por permanecer ilegalmente en Japón tras la expiración de sus visas.
Según la policía, 11 de los detenidos ingresaron originalmente como Ginō jisshū-sei (技能実習生, trabajadores en prácticas técnicas), pero desaparecieron del radar oficial una vez vencidos sus permisos, sumándose así al creciente número de desaparecidos dentro del cuestionado sistema de formación técnica extranjera.
Los arrestos revelaron una trama aún más compleja: detrás de la estancia de estos migrantes habría un intermediario chino residente en la prefectura, acusado de haberlos alojado y empleado en granjas locales pese a conocer su estatus irregular.
El individuo sería parte de una red más amplia que, según las autoridades, facilitaba empleo a más de 50 extranjeros sin residencia legal, incluyendo chinos y tailandeses, en explotaciones agrícolas del norte del país.
Durante los operativos, la policía descubrió pasaportes falsificados y viviendas colectivas utilizadas por el grupo, dos casas donde los migrantes vivían hacinados, dependiendo completamente del “broker” que los reclutaba y les descontaba parte del salario por alojamiento y transporte.
Uno de los momentos más tensos se produjo en la ciudad de Ninohe, cuando una joven vietnamita intentó huir durante una inspección policial. Fue hallada cuatro horas después, exhausta, en un bosque cercano.
Todos los detenidos admitieron los cargos.
⚖️ Marco legal
El caso se investiga bajo la Nyūkan nanmin-hō (入管難民法, Ley de Inmigración y Refugiados), que establece sanciones tanto para quienes permanecen en el país de forma irregular como para quienes fomentan o facilitan el empleo ilegal de extranjeros.
Artículos relevantes:
- Artículo 70, inciso 1 (iv): castiga con hasta 3 años de prisión o multa de hasta 3 millones de yenes a quienes residan sin permiso.
- Artículo 73-2: penaliza a los empleadores o intermediarios que contraten o encubran a trabajadores sin estatus legal.
En este caso, el “broker chino” podría ser procesado por Fuhō shūrō jochō-zai (不法就労助長罪, delito de fomento de empleo ilegal).
Además, la participación de falsificaciones de pasaportes podría añadir cargos por Yūin shibunshogizōzai (有印私文書偽造罪, falsificación de documentos) bajo el Keihō dai 159-jō (刑法第159条, Artículo 159 del Código Penal).
Este tipo de redes —que prometen salarios estables y alojamiento a cambio de trabajo en granjas o fábricas rurales— explotan los vacíos del sistemaGinō jisshū seido (技能実習制度, Programa de Capacitación Técnica), criticado por permitir condiciones laborales precarias y dependencia de intermediarios extranjeros.
🌏 Análisis social
El caso de Iwate es solo una pieza más en el rompecabezas de la migración irregular en zonas rurales.
Con la escasez de mano de obra agravada por el envejecimiento demográfico, muchos empleadores optan por mirar hacia otro lado ante la falta de trabajadores locales.
A su vez, cientos de técnicos extranjeros —principalmente de Vietnam— terminan abandonando sus puestos oficiales en busca de mejores condiciones o escapando del abuso laboral.
De acuerdo con el Ministerio de Justicia, Vietnam concentra el 70% de los desaparecidos del sistema de prácticas técnicas, reflejo de una falla estructural en la política migratoria japonesa: la contradicción entre “necesitar trabajadores extranjeros” y “no querer inmigración permanente”.

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