Niños nacidos en Japón, padres deportados: el lado humano del nuevo plan migratorio japonés
📍Tōkyō | 14 de octubre
Desde mayo de 2025, el Plan “Cero Irregulares” (不法滞在者ゼロプラン, Fuhō taizai-sha zero pura) lanzado por la Agencia de Servicios de Inmigración de Japón (出入国在留管理庁) busca reducir a la mitad, antes de 2030, el número de extranjeros con orden de deportación pendiente.
Este plan, respaldado por el Ministerio de Justicia y anunciado por el ministro Keisuke Suzuki, marca un giro decisivo hacia una política de control migratorio más estricta.
El objetivo oficial: “construir una sociedad de convivencia segura, sin extranjeros en situación irregular”.
Sin embargo, su aplicación ya ha generado controversias legales, éticas y sociales, especialmente por el aumento de deportaciones forzadas y el impacto sobre familias con niños nacidos o criados en Japón.
📉 Evolución estadística y datos recientes
El gráfico presentado por la Agencia muestra dos tendencias opuestas:
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Número de nuevos ingresantes (新規入国者数): se disparó en 2024–2025, alcanzando cerca de 35 millones, en gran parte debido al repunte del turismo tras la pandemia.
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Número de personas en situación irregular (不法残留者数): descendió drásticamente desde finales de los años 90 —cuando rozaba los 300,000 casos— hasta alrededor de 70,000 en 2025, según los últimos datos de julio.
Durante los tres primeros meses de aplicación del plan (junio a agosto de 2025), 119 personas fueron deportadas con acompañamiento oficial, el doble que el mismo periodo del año anterior.
Por nacionalidad, destacaron: 🇹🇷 Turquía (34), 🇱🇰 Sri Lanka (17), 🇵🇭 Filipinas (14) y 🇨🇳 China (10).
Un dato clave: 36 de ellos estaban solicitando asilo político, pero fueron deportados al amparo de las nuevas excepciones de la Ley de Inmigración y Reconocimiento de Refugiados, reformada en 2024.
⚖️ Marco legal y sus modificaciones
La reforma de la Ley de Inmigración y Reconocimiento de Refugiados (入管難民法), en vigor desde junio de 2024, introdujo excepciones que permiten la deportación incluso durante la solicitud de asilo, si:
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Es la tercera solicitud o más sin pruebas adicionales suficientes (“razones no convincentes”).
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El solicitante ha recibido una sentencia firme de más de tres años de prisión.
Este cambio pretende evitar lo que el gobierno denomina “uso abusivo del sistema de asilo para evitar la deportación”, pero ha sido duramente criticado por expertos legales y ONG.
⚠️ Críticas y preocupaciones por derechos humanos
El Plan Cero Irregulares ha provocado fuertes reacciones:
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Federación Japonesa de Colegios de Abogados (日弁連): advirtió que la medida “amenaza los derechos humanos de personas que no representan riesgo alguno para la seguridad pública” y podría contravenir normas internacionales.
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Refugee Assistance Japan (認定NPO法人難民支援協会): denunció que Japón “no reconoce adecuadamente a quienes realmente necesitan protección internacional”.
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Amnistía Internacional Japón: calificó el plan de “discriminatorio y potencialmente generador de xenofobia”.
Las críticas coinciden en que el discurso de “seguridad nacional” tiende a asociar erróneamente a los no regularizados con delincuencia o desorden social.
🌐 Tendencias migratorias actuales
En contraste, el número de nuevos visitantes extranjeros alcanzó 19.7 millones solo en el primer semestre de 2025, con el 98% en la categoría de “estadías cortas” (turismo o negocios breves).
A este ritmo, Japón superará su récord histórico de ingresos, reflejando una paradoja migratoria: un país que fomenta la llegada de turistas y trabajadores temporales, mientras endurece la permanencia de quienes ya echaron raíces.
🕊️ Conclusión: entre la legalidad y la humanidad
Japón busca mantener el orden migratorio bajo la promesa de convivencia y seguridad, pero el desafío moral y jurídico es cada vez más evidente.
El Plan Cero Irregulares se ha convertido en el símbolo de una tensión profunda: la que existe entre el derecho soberano de controlar fronteras y el deber humanitario de proteger a quienes consideran Japón su hogar.

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