TOKIO.- La Policía Metropolitana de Tokio (MPD) arrestó a tres adolescentes, de entre 14 y 16 años, por acceder ilegalmente a los servidores de Rakuten Mobile Inc. usando identificaciones y contraseñas robadas.

Con esta información, contrataron miles de líneas telefónicas y las vendieron a grupos criminales.


¿Quiénes son los sospechosos?


Los detenidos son tres jóvenes japoneses:

  • Dos de ellos, de 14 y 15 años, son estudiantes de tercer año de secundaria.
  • El otro, de 16 años, es estudiante de primer año de preparatoria.

Se conocieron a través de juegos en línea y unieron fuerzas para llevar a cabo el fraude.


¿Qué hicieron?


Usaron credenciales robadas de 11 usuarios de Rakuten Mobile para ingresar ilegalmente a los sistemas de la empresa. Con esa información:

  • Contrataron 105 líneas móviles entre mayo y agosto de 2024.
  • Vendieron 2,500 líneas a grupos criminales, cobrando entre 1,000 y 3,000 yenes por cada una.
  • Obtuvieron alrededor de 7.5 millones de yenes (aproximadamente 50,200 dólares) en criptomonedas como pago.

El impacto de este fraude es significativo, ya que las líneas móviles obtenidas ilegalmente pueden usarse para cometer otros delitos, como estafas telefónicas y lavado de dinero.


¿Cómo consiguieron las credenciales robadas?


Desde diciembre de 2023, los adolescentes compraron identificaciones y contraseñas en Telegram, una aplicación de mensajería utilizada para el intercambio de información confidencial.

No solo tenían datos de Rakuten Mobile, sino que habían logrado recolectar 3,300 millones de credenciales de varios servicios.


¿Cómo hicieron el fraude?


Cada uno de los jóvenes tenía un rol en el esquema delictivo:

  • El joven de 16 años usó ChatGPT para desarrollar un sistema que extraía y compartía datos de cuentas de Rakuten.
  • El joven de 14 años ideó el esquema del fraude porque quería «atraer atención» por su habilidad para delinquir.
  • El joven de 15 años colaboró en la recolección y venta de las líneas fraudulentas.

El uso de inteligencia artificial y plataformas encriptadas como Telegram facilitó la ejecución del crimen sin ser detectados rápidamente.


¿Para qué usaron el dinero?

Los tres jóvenes gastaron el dinero en diferentes cosas:

  • El joven de 15 años, de la ciudad de Maibara (Shiga), quería comprar una consola de videojuegos.
  • Los otros dos jóvenes, de Tachikawa (Tokio) y Ogaki (Gifu), usaron el dinero en casinos en línea y otras actividades recreativas.

Delitos y consecuencias

Los tres adolescentes fueron arrestados bajo los cargos de:

  • Acceso ilegal a sistemas informáticos.
  • Fraude informático.

Las autoridades aún investigan si hay más personas involucradas y cómo consiguieron acceso a una base de datos tan grande con información robada.

Este caso resalta el aumento del cibercrimen entre jóvenes en Japón, así como el uso de inteligencia artificial y plataformas encriptadas para cometer delitos.

También preocupa la facilidad con la que se pueden comprar credenciales robadas en internet y la creciente relación entre menores de edad y el crimen organizado digital.




Marco legal


En Japón, los delitos de acceso ilegal a sistemas informáticos y fraude informático están regulados por la Ley de Prohibición del Acceso No Autorizado a Sistemas Informáticos y el Código Penal Japonés.


Acceso ilegal a sistemas informáticos –  (Fusei Akusesu – 不正アクセス)


Este delito está regulado por la Ley de Prohibición del Acceso No Autorizado a Sistemas Informáticos, promulgada en el año 2000 y modificada varias veces para adaptarse a nuevas formas de cibercrimen.

Sanciones

  • Prisión de hasta 3 años o multa de hasta 1 millón de yenes (aproximadamente 6,700 dólares).
  • En caso de reincidencia o si el acceso ilegal se usó para cometer otros delitos, la pena puede aumentar.

Además, esta ley prohíbe la posesión o distribución de herramientas diseñadas para hackear sistemas informáticos. Quienes las desarrollen o vendan pueden enfrentar hasta 1 año de prisión o multas de hasta 500,000 yenes (3,350 dólares).


 Fraude informático –  (Denshi Keisanki Shiyō Sagi  – 電子計算機使用詐欺)


El fraude informático está regulado por el Artículo 246-2 del Código Penal Japonés, que cubre delitos en los que una persona manipula datos electrónicos para obtener beneficios económicos ilegítimos.

Sanciones

  • Prisión de hasta 10 años o multa de hasta 1 millón de yenes (6,700 dólares), dependiendo de la gravedad del fraude.
  • Si el fraude causa un daño significativo a personas o empresas, la pena de prisión puede extenderse y las multas pueden ser mayores.

El fraude informático incluye:

  • Uso de información robada para obtener dinero, bienes o servicios.
  • Manipulación de datos electrónicos en bancos, tiendas en línea o sistemas de pago.
  • Creación de sistemas automatizados para cometer estafas.

 


Consecuencias adicionales


  1. Registro de antecedentes penales: Quienes sean condenados tendrán un historial criminal, lo que puede afectar su empleo y oportunidades educativas.
  2. Responsabilidad civil: Las víctimas pueden demandar a los culpables por daños y perjuicios.
  3. Posible enjuiciamiento de menores: Aunque Japón tiene un sistema de justicia juvenil, si el delito es grave, adolescentes mayores de 14 años pueden ser juzgados como adultos.

 


Caso de los adolescentes arrestados en Tokio


Dado que los sospechosos son menores de edad, es probable que enfrenten medidas correctivas en centros de rehabilitación juvenil en lugar de prisión.

Sin embargo, si se determina que actuaron con premeditación y causaron grandes daños económicos, podrían recibir penas más severas bajo la supervisión de la Fiscalía.


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