El cambio climático intensifica la furia del Pacífico: «Ha Long» podría marcar un nuevo récord
📍Tōkyō | 8 de octubre

El cielo del Pacífico japonés se tiñe de gris oscuro. El mar, que hasta hace unas horas brillaba tranquilo, ahora ruge y se levanta en paredes de agua.
En ese escenario avanza el tifón N.º 22 (ハーロン / Ha Long), descrito por la Agencia Meteorológica de Japón como Hijō ni tsuyoi taifū (非常に強い台風, muy fuerte), con una potencia capaz de arrancar tejados, volcar autos y destruir casas mal reforzadas.
Posible emisión de “alertas especiales” (特別警報)
El tifón mantiene su fuerza y podría rozar directamente las Islas Izu entre la noche del martes y la madrugada del miércoles.
La Agencia Meteorológica anunció que, entre la tarde y la noche de hoy, podría emitir una “alerta especial por vientos violentos y marejadas”, una medida que solo se usa en situaciones de peligro extremo para la vida humana.
🌬️ Velocidades previstas:
-
Hoy: ráfagas de hasta 35 m/s (126 km/h)
-
Mañana: hasta 70 m/s (252 km/h) —una fuerza capaz de lanzar escombros como proyectiles.
Además, se pronostica la formación de bandas nubosas intensas (線状降水帯) desde la madrugada hasta el mediodía de mañana, con lluvias torrenciales que podrían provocar inundaciones repentinas y deslizamientos.
🏝️ Hachijō-jima: la vida entre la prisa y la resignación
En la isla de 八丈島 (Hachijō-jima), los vientos ya se sienten como un presagio.
Frente al mar, un residente asegura ventanas con cinta adhesiva mientras mira el cielo que se oscurece:
“Estoy protegiendo los cristales. El tifón iba a llegar mañana, pero parece que se adelantó. No hay tiempo que perder”, dice entre golpes de martillo y ráfagas de viento.
Un poco más lejos, otro hombre observa su campo, impotente:
“No puedo hacer nada… el nivel de este tifón es diferente. No importa cuánto refuerce, todo será arrasado. Las cosechas están perdidas.”
Estas palabras condensan el miedo silencioso que domina las islas cuando el viento aún no sopla, pero ya amenaza con gritar.
🏠 El llamado de la Agencia Meteorológica: “Muévanse antes de que el viento empiece”
Los meteorólogos insisten: “Las ráfagas podrían derribar casas enteras.”
Por eso, piden que las personas se trasladen temprano a refugios sólidos o casas de concreto, con suficiente comida, agua y baterías cargadas para varios días.
Consejos esenciales:
-
Cerrar y reforzar puertas y ventanas con cinta o madera.
-
No salir después del anochecer bajo ninguna circunstancia.
-
Desconectar aparatos eléctricos y llenar recipientes de agua.
-
Evitar acercarse a ríos, costas o acantilados incluso tras el paso del ojo del tifón.
🌧️ El contexto: un Japón más vulnerable al clima extremo
Este fenómeno no ocurre de forma aislada. Japón enfrenta un año de patrones meteorológicos anómalos:olas de calor récord, lluvias repentinas y ahora, un tifón con trayectoria incierta pero potencia histórica.
El cambio climático está intensificando estos sistemas tropicales, haciendo que las lluvias sean más cortas pero mucho más violentas.
En palabras de un meteorólogo:
“Antes, los tifones eran eventos de temporada. Ahora, son monstruos impredecibles que desafían nuestros mapas.”
🌏 Reflexión final: la fuerza y la fragilidad del archipiélago
Mientras el tifón Ha Long avanza, Japón recuerda una lección constante:
que la tecnología más avanzada no puede detener al viento, y que la preparación humana —esa mezcla de calma, solidaridad y respeto por la naturaleza— sigue siendo su mejor defensa.
En las próximas horas, cuando las olas golpeen las costas de Hachijō y Miyake-jima, el país entero observará con el corazón en vilo.
Porque frente al rugido del Pacífico, la prudencia también es una forma de coraje.
🌀 Un nombre con historia
El nombre “Halong (ハーロン)” fue propuesto por Vietnam y proviene del famoso “Halong Bay” (ハロン湾), Patrimonio de la Humanidad, símbolo de belleza natural.
Su antecesor, el tifón n.º 21 “Matmo” (マットゥモ) —propuesto por Estados Unidos y derivado del idioma chamorro, que significa “lluvia fuerte”— se debilitó ya sobre Vietnam y no afectará a Japón.

©NoticiasNippon
