TOKIO.- El Tribunal Superior de Tokio ordenó el pago de una millonaria indemnización por un caso de negligencia con consecuencias graves en un menor de edad.

El municipio de Yotsukaido, en la prefectura de Chiba, deberá pagar una compensación de aproximadamente 100 millones de yenes (alrededor de 675,000 euros) a los padres de la víctima

Contexto

El incidente tuvo lugar en febrero de 2017, cuando un niño de 3 años se atragantó mientras comía un hot dog que había sido servido como merienda en la guardería municipal operada por la ciudad de Yotsukaido.

Según los detalles proporcionados, el hot dog, que medía aproximadamente 13 cm y estaba compuesto por una salchicha envuelta en pan, fue cortado en trozos más pequeños por una cuidadora antes de ser ofrecido al niño.

Sin embargo, el niño se atragantó, lo que resultó en una parada cardíaca y respiratoria momentánea. A raíz de la falta de oxígeno, el niño sufrió encefalopatía hipóxica, quedando en estado de postración (estado vegetativo) desde entonces.

 

Procedimientos legales y veredicto

Los padres del niño, profundamente afectados por el incidente, presentaron una demanda contra la ciudad, exigiendo responsabilidades por la falta de supervisión adecuada y por servir alimentos potencialmente peligrosos para un niño pequeño.

En un primer juicio, el Tribunal de Distrito de Tokio desestimó la demanda, concluyendo que no había negligencia suficiente por parte de la guardería.

Sin embargo, el Tribunal Superior de Tokio revocó esta decisión, argumentando que el municipio y la guardería no habían tomado las medidas necesarias para evitar un riesgo tan previsible como el atragantamiento.

El presidente del Jurado, Nagatani Norio,  subrayó que era una responsabilidad directa del personal evitar que los niños pequeños comieran alimentos que pudieran ser peligrosos.

 

Reacción de los padres

A pesar de la victoria legal, los padres del niño expresaron sentimientos encontrados.

En su declaración, mencionaron que, aunque se sentían aliviados por el fallo, no experimentaban alegría, ya que «el niño que solía estar lleno de vida nunca regresará».

Este tipo de declaración pone de manifiesto el profundo dolor que la familia ha soportado durante los últimos siete años, enfrentando las consecuencias de un accidente que cambió sus vidas por completo.

 

Implicaciones sociales y futuras

Este fallo tiene importantes implicaciones para la seguridad en las guarderías y la supervisión alimentaria en Japón.

La decisión del tribunal podría derivar en cambios normativos más estrictos, exigiendo que los centros infantiles tomen más precauciones al ofrecer alimentos a los niños, especialmente aquellos en edad temprana, donde el riesgo de atragantamiento es elevado.

También plantea una cuestión sobre el nivel de formación y vigilancia del personal en instituciones de cuidado infantil, un tema de preocupación creciente en la sociedad japonesa.

En síntesis, aunque el fallo a favor de la familia supone un reconocimiento de la responsabilidad de la ciudad, la realidad emocional para los padres permanece dolorosa.

 

EL DATO

Este caso subraya la necesidad de reevaluar los protocolos de seguridad en entornos de cuidado infantil, para evitar que tragedias como esta se repitan.



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