TOKIO.- El reciente estudio de Teikoku Databank sobre el salario mínimo revela un notable aumento en contratación en áreas urbanas, contrastando con las zonas rurales, lo que pone en evidencia una creciente disparidad regional.
En octubre de 2024, el salario mínimo nacional promedio ponderado se ha elevado a 1,055 yenes, marcando un incremento de 51 yenes en comparación con 2023.
Este aumento es significativo en el contexto de los esfuerzos gubernamentales por mejorar las condiciones salariales a lo largo del país, y especialmente porque en 2023 se alcanzó un objetivo de salario mínimo de 1,000 yenes.
Este logro responde a una estrategia de largo plazo que busca aumentar los salarios mínimos hasta los 1,500 yenes para mediados de la década de 2030, un compromiso establecido en la “Política Básica de Gestión Económica y Reformas 2024”.
Resultados de la Encuesta y Opiniones de las Empresas
La encuesta, realizada entre el 13 y el 30 de septiembre de 2024 y que contó con la participación de 11,188 empresas de las 27,093 consultadas, busca evaluar las perspectivas empresariales sobre el ajuste del salario mínimo. Entre los puntos clave se destacan:
- Preocupación por el aumento de los costos: Muchas empresas, en particular las pequeñas y medianas, expresaron que el aumento de los salarios mínimos podría llevar a un incremento en los precios de productos y servicios, o incluso a recortes en otras áreas de gasto.
- Posibles beneficios económicos: Aunque los costos aumentan, algunas empresas esperan que el incremento en los salarios se traduzca en un mayor poder adquisitivo, lo cual impulsaría el consumo y, en última instancia, beneficiaría a la economía nacional.
- Dificultades de contratación: El aumento de los salarios mínimos también tiene el potencial de mejorar las condiciones de contratación, haciendo que las empresas ofrezcan salarios iniciales más competitivos. Esto es crucial en un momento en el que muchas empresas enfrentan escasez de mano de obra, especialmente en sectores como el cuidado de la salud, la tecnología y los servicios.
Panorama
En 2024, un análisis exhaustivo sobre los salarios de contratación en Japón reveló tendencias importantes en cuanto al mínimo ofrecido a nuevos empleados, mostrando disparidades tanto entre sectores como entre regiones.
1. Salario mínimo en contratación supera el salario mínimo nacional
El estudio señala que, en promedio, el salario mínimo al momento de contratar empleados es de 1,167 yenes por hora, superando en 112 yenes el salario mínimo nacional revisado para 2024, establecido en 1,055 yenes. Este dato incluye tanto a empleados fijos como no regulares, lo que evidencia que las empresas están ofreciendo, en promedio, una retribución inicial superior a lo exigido por ley.
2. Sectores con mayores salarios de contratación: Finanzas e Inmobiliario
Por sector, los salarios más altos al momento de contratación se observan en las industrias de Finanzas y Bienes Raíces, con un promedio de 1,261 yenes por hora. Otros sectores, como Construcción (1,249 yenes), Servicios (1,208 yenes) y Comercio Mayorista (1,175 yenes), también superan el promedio general, reflejando una tendencia de mayores sueldos en áreas con alto valor agregado o requerimientos específicos de habilidades.
Dentro del sector Servicios, existe una notable variación: subsectores como «Información y Servicios Tecnológicos» alcanzan los 1,374 yenes, mientras los «Servicios Profesionales«, que incluyen consultoría de gestión, llegan a 1,313 yenes. Estos salarios indican una mayor demanda y remuneración para posiciones de alta especialización y competencias técnicas avanzadas.
3. Disparidades en salarios mínimos según región: Tokio en la cima
A nivel regional, Tokio destaca al ofrecer un salario de contratación promedio de 1,340 yenes, siendo la única prefectura que supera los 1,300 yenes, lo cual resalta una disparidad significativa entre áreas urbanas y rurales. Las zonas menos urbanizadas presentan salarios de contratación más cercanos al mínimo legal de 2024, reflejando una variación económica regional marcada.
4. Disparidades internas en la misma industria
Además, se encontraron diferencias salariales notables dentro de la misma industria. Por ejemplo, en el sector de Servicios, mientras los subsectores de tecnología y consultoría ofrecen salarios altos, otras áreas como «Hoteles y Alojamiento» y «Restaurantes» muestran promedios de 1,037 yenes y 1,051 yenes, respectivamente, ambos por debajo del salario mínimo nacional de 2024.
Esta variabilidad interna refleja diferencias en la demanda de habilidades y condiciones laborales, destacando que incluso dentro de una misma industria, la remuneración puede depender en gran medida de la naturaleza del trabajo y la demanda del talento especializado.
Prefecturas
En Japón, la diferencia en el salario mínimo por hora en las distintas prefecturas revela un marcado contraste entre las áreas metropolitanas y las zonas rurales.
La ciudad de Tokio lidera el país con un salario mínimo por hora de 1,340 yenes, siendo la única prefectura en superar los 1,300 yenes. En comparación, las siguientes en el ranking son Kanagawa con 1,277 yenes, Osaka con 1,269 yenes, Aichi con 1,208 yenes, Saitama con 1,205 yenes y Chiba con 1,202 yenes. Estas prefecturas metropolitanas mantienen un salario mínimo superior a los 1,200 yenes, reflejando el mayor costo de vida en esas áreas.
El caso de Tokio es particularmente notable debido a la diferencia significativa entre el salario mínimo establecido y el salario inicial promedio en la contratación, con un margen de 177 yenes, el más alto del país. Esta diferencia indica que, en Tokio, los empleadores suelen ofrecer salarios iniciales superiores al mínimo debido a la competencia laboral y el costo de vida elevado.
En contraste, en regiones menos urbanizadas como Aomori (984 yenes), Akita (990 yenes) y Kagoshima (991 yenes), el salario mínimo promedio se mantiene por debajo de los 1,000 yenes.
Específicamente, en Aomori, la diferencia entre el salario mínimo establecido y el salario inicial promedio es de apenas 31 yenes, la más baja a nivel nacional.
Este fenómeno se repite en Akita y Kagoshima, donde la diferencia también es menor (alrededor de 30 yenes).
La menor diferencia entre los salarios mínimos y los iniciales en estas regiones sugiere que los empleadores en áreas rurales no están presionados para ofrecer salarios más altos, probablemente debido a una menor competencia laboral y una demanda de empleo que no iguala a la de los grandes centros urbanos.
Síntesis
La investigación revela que el salario mínimo promedio para la contratación de empleados en Japón alcanzó los 1,167 yenes por hora, superando en 112 yenes el salario mínimo promedio revisado de 2024, que es de 1,055 yenes.
Esta diferencia sugiere que muchas empresas se ven obligadas a ofrecer un salario superior al mínimo legal para poder atraer y retener empleados, dado que los salarios mínimos dificultan la estabilidad de personal.
Además, se identifican diferencias significativas no solo entre industrias, sino también dentro de cada sector y entre regiones.
Estas disparidades reflejan el impacto de la variación en el costo de vida, evidenciando una brecha entre el salario mínimo revisado de 2024 y los sueldos ofrecidos al contratar.
En el contexto de una inflación sostenida, algunos abogan por incrementar los salarios para fomentar el consumo.
Sin embargo, existe una creciente preocupación sobre la «barrera de los 1.3 millones de yenes» (un umbral de ingresos anuales a partir del cual los beneficios fiscales y sociales se reducen), que lleva a muchos trabajadores a limitar sus horas para evitar perder esos beneficios, exacerbando la escasez de mano de obra.
Frente a este panorama, el gobierno de Japón se enfrenta al desafío de no solo seguir aumentando el salario mínimo, sino también de implementar políticas que aborden la escasez de trabajadores, permitan transferir los costos de manera equitativa y revisen el sistema de seguridad social para mitigar la presión económica en las empresas.
Empresarios
Teikoku Databank compartió algunos comentarios empresariales sobre el tema del aumento del salario mínimo en el país:
- Necesidad de un aumento significativo en el salario mínimo: Un representante del sector de agricultura, silvicultura y pesca en Hiroshima expresa que el salario mínimo debería subir más y que las empresas incapaces de hacerlo deberían desaparecer. Esto responde a la baja remuneración que afecta a los jóvenes y contribuye a la falta de dinamismo en la sociedad.
- Reducción de compensaciones de ejecutivos para mejorar salarios: En una empresa minorista especializada en Tochigi, han disminuido los sueldos de los altos ejecutivos para poder incrementar los salarios de los trabajadores, sugiriendo una redistribución de recursos hacia el personal general.
- Propuesta de un salario mínimo entre 1,500 y 1,800 yenes: Desde el sector de comercio mayorista en Kanagawa, consideran necesario un aumento sustancial del salario mínimo para que toda la estructura salarial se eleve, planteando que este debería situarse entre 1,500 y 1,800 yenes por hora.
- Desafíos en la contratación: La industria del acero y minería en Osaka señala que la contratación se ha vuelto más difícil, lo que exige una subida salarial que supere el incremento propuesto del salario mínimo para atraer a nuevos empleados.
- Impacto en las pequeñas y medianas empresas (PYMES): Desde el sector minorista de alimentos y bebidas en Kagoshima, se acepta que el aumento es inevitable; sin embargo, preocupa que para las PYMES represente un aumento en los costos sin solucionar la escasez de personal, lo cual podría afectar los ingresos.
- Mejora en la motivación laboral, pero con dificultades para las PYMES: En el sector financiero de Niigata, consideran que el aumento beneficia la motivación laboral de los empleados, aunque será desafiante para las PYMES con menos capacidad financiera.
- Incremento acelerado: En el sector de recursos humanos en Shizuoka, comentan que el ritmo del aumento es demasiado rápido, lo que complica las negociaciones con clientes.
- Reducción de la brecha entre trabajadores regulares y no regulares: Una empresa minorista en Aichi teme que la disminución de la brecha salarial entre empleados fijos y no fijos pueda conducir a una mayor rotación entre los empleados permanentes.
- “La barrera de los 130 mil yenes”: En el sector mayorista de alimentos en Gifu, existe preocupación por la “barrera de los 130 mil yenes” (límite de ingresos para ciertos beneficios fiscales). Si el salario mínimo aumenta sin ajustar este límite, los trabajadores reducirán sus horas para no perder beneficios, y las empresas deberán contratar más personal para cubrir la diferencia.
EL DATO
El aumento del salario mínimo en áreas urbanas refleja tanto la presión del mercado laboral como la necesidad de estrategias que reduzcan las diferencias entre el campo y la ciudad, asegurando un equilibrio que permita la sustentabilidad y la competitividad económica en todo el país.
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