TOKIO.- Un estudio reciente realizado por Ajinomoto sobre los hábitos de consumo de los jóvenes japoneses revela que aproximadamente el 80% de los adolescentes y adultos jóvenes (10 a 20 años) en Japón tienden a usar sus teléfonos mientras comen solos.

Esta tendencia, conocida como «スマホ見ながら飯» (comer mirando el smartphone), se ha vuelto una práctica habitual, impulsada principalmente por el deseo de aprovechar el tiempo al máximo (34.1%), combatir el aburrimiento (27.7%), y, en menor medida, mitigar la soledad que puede sentir alguien que come solo (26.4%).

Este fenómeno es más común entre los jóvenes que crecieron rodeados de tecnología y, como resultado, consideran el teléfono como una herramienta constante en sus vidas.

 

Resultados de la encuesta:

  1. Comer mientras se usa el smartphone: Aproximadamente el 80% de los jóvenes de entre 10 y 20 años realizan esta práctica. De estos, el 62.5% lo hace casi a diario, justificando que buscan “aprovechar el tiempo durante la comida”.
  2. Disminución de la atención en el sabor: El 46.4% de los jóvenes mencionó que, al usar el smartphone mientras comen, no logran disfrutar plenamente del sabor de los alimentos. Curiosamente, cuando comen acompañados, reportan una mayor satisfacción y disfrute de los alimentos.
  3. Comportamientos negativos asociados a “comer con el smartphone”: El 69.6% de estos jóvenes admite que, al combinar comida y smartphone, tienden a “comer de forma perezosa”. Además, el 56.1% siente que el acto de comer se vuelve un proceso mecánico, mientras que el 49% reporta una menor sensación de saciedad, lo cual podría derivar en una alimentación excesiva.
  4. Velocidad de ingesta más lenta: Comparando con aquellos que no usan dispositivos, los jóvenes de entre 10 y 20 años tardan más en completar sus comidas cuando usan smartphones. En promedio, los adolescentes demoran 2 minutos adicionales, mientras que los jóvenes de 20 años tardan 5 minutos más en acabar sus alimentos. Especialista sugiere que esta costumbre podría llevar a un exceso en el consumo y a una menor apreciación de la comida.
  5. Comer escuchando música o radio: Este tipo de actividad, también conocida como “comida auditiva”, parece fomentar una mayor concentración en la comida. Cerca del 30% de los jóvenes lo practica, y alrededor del 70% de ellos afirma que les ayuda a saborear y concentrarse en la comida. Especialista en neurociencia sostiene que escuchar voces humanas mientras se come podría potenciar la percepción del “sabor” y la satisfacción de los alimentos.

 

 

Razones y desventajas de «comer mirando el smartphone»

El estudio indica que muchos jóvenes usan sus teléfonos durante las comidas para «optimizar el tiempo» y evitar la sensación de «perder el tiempo» durante una actividad rutinaria.

Además, un 27.0% de los encuestados mencionó que simplemente lo hacen «por costumbre» y un 21.9% debido a que ya tienen el hábito de manipular el teléfono en casi todas las situaciones.

Sin embargo, esta práctica tiene varias desventajas. Casi la mitad de los encuestados (46.4%) confesó que, al usar el teléfono, no pueden disfrutar plenamente del sabor de la comida, y un 82.5% de los adolescentes y un 78.7% de los adultos jóvenes admiten que su atención se desvía más hacia el smartphone que hacia la comida.

Esto afecta tanto la experiencia gastronómica como los hábitos alimenticios, ya que el 70% de los encuestados declaró que «comen más despacio» y de forma desordenada, lo cual prolonga el tiempo de consumo (unos 2 a 5 minutos adicionales en promedio) y a menudo lleva a la sobrealimentación.

 

Impacto en la salud y en la percepción de la comida

El estudio reveló que los jóvenes de entre 10 y 20 años tienden a comer más lentamente cuando usan el teléfono mientras comen, en comparación con cuando no lo usan. En los adolescentes de entre 10 y 19 años, el tiempo promedio de una comida sin utilizar el teléfono fue de 18.3 minutos, mientras que en el caso de los jóvenes de entre 20 y 29 años fue de 15.5 minutos.

Sin embargo, cuando están viendo o manipulando el teléfono, los adolescentes tardan en promedio 20.3 minutos, y los jóvenes adultos 20.6 minutos. Esto significa que en los adolescentes el tiempo de comida se alarga unos 2 minutos, mientras que en los adultos jóvenes el incremento es de aproximadamente 5 minutos.

Este fenómeno,  puede llevar a una falta de atención a la comida y a una tendencia a consumir alimentos de forma más lenta y continua. Este patrón de «comer sin prestar atención» podría fomentar hábitos de «comida descuidada» o “comer sin hambre”, lo cual puede tener consecuencias en la salud, como el riesgo de consumir alimentos en exceso o de forma desequilibrada.

 

Reflexión y recomendaciones

El informe concluye sugiriendo que, aunque la tecnología puede mejorar aspectos de nuestra vida, su uso excesivo durante actividades como la alimentación puede reducir la calidad de la experiencia y, potencialmente, afectar la salud.

Como posible solución, recomiendan a los jóvenes intentar desconectarse temporalmente durante la comida para disfrutar plenamente del sabor y el proceso de alimentarse, promoviendo una relación más consciente y placentera con la comida.

 

EL DATO

La encuesta, realizada entre el 8 y 11 de octubre de 2024 con una muestra de 500 personas de entre 15 y 59 años, reveló que el uso de smartphones durante las comidas es especialmente alto en jóvenes de 10 a 20 años (77.5%), en comparación con aquellos en edades de 30 a 50 años (48.6%).


 


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