TOKIO.- El Ministerio de Medio Ambiente anunció hoy  24 de diciembre que incluirá ciertos compuestos químicos conocidos como PFAS (Sustancias Perfluoroalquiladas y Polifluoroalquiladas) dentro de los estándares de calidad del agua potable según la Ley de Abastecimiento de Agua.

Esta medida obligará a los proveedores de agua potable a realizar pruebas regulares y tomar medidas para mejorar la calidad del agua si se detectan niveles peligrosos de estas sustancias.

La decisión se tomó tras una reunión de expertos que concluyó que es necesario reforzar la gestión de seguridad debido a la preocupación por los posibles riesgos cancerígenos asociados con los PFAS.


¿Qué son los PFAS y por qué son un problema?


Los PFAS han sido ampliamente utilizados en productos industriales y de consumo, como revestimientos que repelen el agua y el aceite, y en espumas para extinción de incendios.

Aunque su fabricación e importación están prohibidas en Japón, estas sustancias son extremadamente resistentes a la degradación, lo que les permite persistir en el medio ambiente, especialmente en suelos y cuerpos de agua, durante largos periodos.

Esta característica les ha valido el apodo de «químicos eternos».


El contexto normativo en Japón


En 2020, Japón estableció un valor objetivo provisional para los niveles combinados de dos tipos específicos de PFAS, PFOA (Ácido Perfluorooctanoico) y PFOS (Sulfato de Perfluorooctano), en 50 nanogramos por litro.

Este valor fue calculado para garantizar que una persona de 50 kg que consuma 2 litros de agua al día no experimente efectos adversos en la salud.

Sin embargo, hasta ahora, la detección y gestión de estos contaminantes no era obligatoria, dejando lagunas en la protección ambiental.


Avances en la investigación y detección


Desde 2020, las investigaciones han detectado niveles preocupantes de PFAS en diversas fuentes de agua, incluidas redes de suministro de agua potable, ríos y pozos.

Un estudio nacional realizado entre 2020 y 2023 reveló que 14 operadores de agua potable registraron niveles superiores al objetivo provisional en al menos una ocasión.

Aunque en 2023 no se detectaron excesos, el riesgo de contaminación persiste debido a la acumulación de PFAS en fuentes de agua.


Impacto de la nueva regulación


Bajo la futura inclusión de los PFAS en los estándares de calidad del agua potable:

  • Los operadores del suministro de agua estarán obligados a monitorear las concentraciones de PFAS.
  • Si los niveles superan el estándar permitido, deberán tomar medidas correctivas, como detener el suministro de agua o implementar tecnologías de tratamiento.
  • La regulación reforzará la capacidad de Japón para prevenir riesgos a la salud pública y mitigar la contaminación ambiental.

El Ministerio de Medio Ambiente planea concretar los detalles de esta normativa en la primavera de 2024, lo que marcará un hito en la gestión de contaminantes químicos en Japón y en la protección de la salud pública frente a sustancias peligrosas persistentes.


Análisis y reflexiones


Esta medida refleja un cambio significativo en la postura de Japón hacia la regulación de sustancias químicas persistentes.

Aunque los PFAS han sido esenciales en diversas industrias, sus efectos nocivos en la salud humana, como la posibilidad de causar cáncer, alteraciones endocrinas y problemas inmunológicos, han generado preocupación a nivel mundial.

La decisión de Japón de regularlos estrictamente está alineada con los esfuerzos globales para reducir su impacto ambiental y garantizar la seguridad del agua potable.

 


EL DATO
La implementación exitosa de esta normativa dependerá de la capacidad técnica y financiera de los operadores locales para monitorear y tratar los PFAS en el agua, así como de la cooperación entre las autoridades ambientales, las comunidades locales y las industrias.



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