TOKIO.- El pasado 6 de enero, medios locales informaron que el actor Yoshizawa Ryo fue denunciado por allanamiento ilegal tras ingresar, en estado de embriaguez, al apartamento vecino de su residencia en Minato en la capital nipona.
Según las autoridades, el incidente ocurrió el 30 de diciembre de 2024, cuando el artista de 30 años de edad, tras una noche de copas con amigos, confundió su apartamento con el de su vecino y permaneció allí unos cinco minutos antes de ser confrontado.
Alegó haber buscado un baño y presentó disculpas al afectado, pero las repercusiones han sido considerables.
Contexto y primeros efectos
El actor, conocido por su «belleza de clase tesoro nacional», es una figura prominente en Japón, especialmente por su papel en campañas publicitarias como la de Super Dry Dry Crystal de Asahi Breweries.
La empresa, que busca atraer a jóvenes con bebidas ligeras, rescindió de inmediato su contrato con Yoshizawa. Su agencia de talentos, Amuse, anunció que el actor se mudó del lugar del incidente.
Impacto en su carrera y en proyectos asociados
El escándalo ha afectado gravemente los proyectos en los que participa:
- Publicidad: Asahi canceló su contrato, y otras marcas como Iris Ohyama y Kao podrían seguir el mismo camino.
- Producciones audiovisuales: Yoshizawa protagoniza la serie animada Babanbabamba Vampire, con estreno en enero de 2025, y una película en acción real programada para febrero. La promoción de ambos proyectos quedó suspendida.
- Eventos y programas: Un evento especial para fans, previsto para su cumpleaños el 1 de febrero, fue pospuesto indefinidamente.
Consecuencias financieras
El incidente podría generar pérdidas millonarias tanto para el actor como para las empresas involucradas:
- Los contratos publicitarios de Yoshizawa, valorados en hasta 50 millones de yenes cada uno, implican multas considerables por incumplimiento.
- La serie y la película, que apuntaban a ser grandes éxitos, podrían ver sus ingresos afectados debido a la controversia.
Reacciones públicas y sociales
El caso ha dividido opiniones en redes sociales. Algunos critican la irresponsabilidad del actor, mientras que otros señalan la severidad con que se juzga a las celebridades en Japón.
Este debate refleja la enorme presión que enfrentan figuras públicas en un entorno mediático exigente.
El incidente pone de manifiesto una problemática cultural en Japón: la permisividad hacia el consumo excesivo de alcohol. A diferencia de otros países donde el acceso y consumo de alcohol están regulados estrictamente, Japón se caracteriza por una cultura que normaliza el consumo en prácticamente cualquier contexto social.
Los konbini (tiendas de conveniencia) ofrecen alcohol las 24 horas, y beber en público no está mal visto, algo impensable en países como Singapur o Estados Unidos.
Esta tolerancia cultural ha permitido que figuras públicas que han protagonizado incidentes relacionados con el alcohol, como Sakagami Shinobu o Kusanagi Tsuyoshi , eventualmente retornen a sus carreras sin mayores obstáculos. La misma indulgencia podría beneficiar a Yoshizawa en el futuro.
Reflexiones sobre el impacto en su carrera
Aunque la publicidad negativa y la pérdida de contratos son innegables, es poco probable que este incidente marque el fin de la carrera de Yoshizawa.
Históricamente, muchos artistas japoneses han podido rehabilitar su imagen tras escándalos similares. Sin embargo, este caso debería servir como un llamado de atención sobre la necesidad de establecer límites más claros en torno al consumo de alcohol, especialmente para figuras públicas que actúan como modelos a seguir.
En conclusión, el incidente de Yoshizawa no solo refleja su falta de responsabilidad individual, sino también un problema sistémico en la sociedad japonesa que normaliza el exceso en el consumo de alcohol.
Mientras las consecuencias inmediatas son significativas, el tiempo y la percepción pública probablemente trabajen a su favor, permitiéndole retomar su carrera tras un periodo de discreción.
Reflexión final
El caso de Yoshizawa subraya cómo las empresas japonesas priorizan su imagen ante la opinión pública, especialmente en un mercado tan competitivo como el de las bebidas alcohólicas. Además, muestra las dificultades de ser una celebridad en Japón, donde la vida personal está bajo constante vigilancia.
EL DATO
Este incidente podría marcar un antes y un después en cómo las figuras públicas y sus agencias gestionan las crisis de reputación en la industria del entretenimiento.
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