Del lujo al cotidiano: cómo los alimentos congelados transformaron la mesa japonesa desde 1930
📍Tōkyō | 18 de octubre
Japón celebra el Día del Alimento Congelado (冷凍食品の日), una fecha que nació en 1986 gracias a la Asociación Japonesa de Alimentos Congelados (日本冷凍食品協会).
El mes de octubre fue elegido por ser considerado la “temporada del buen apetito” (食欲の秋, shokuyoku no aki), mientras que el número 10 proviene del juego de palabras con “rei-tō” (れいとう), que significa “congelado”.
El día 18 simboliza la temperatura ideal de –18 °C, el estándar mundial para conservar los productos congelados.
❄️ Cultura del frío: ciencia, seguridad y nutrición
El estándar de –18 °C no es un simple número técnico: a esa temperatura, los microorganismos dejan de multiplicarse, los aceites y el agua se solidifican y los alimentos pueden mantenerse hasta un año sin perder calidad.
Este nivel de frío permite conservar nutrientes sensibles como la vitamina C, e incluso eliminar parásitos como Anisakis, que puede encontrarse en algunos pescados.
Por ello, el Día del Alimento Congelado busca recordar que la seguridad alimentaria también se construye con ciencia y temperatura.
🍱 De lujo a cotidiano: historia del alimento congelado en Japón
Aunque los orígenes del congelado industrial se remontan a Estados Unidos a inicios del siglo XX (con las fresas para mermelada como precursoras), Japón lanzó su primer producto congelado en 1930: el “Ichigo Shābē” (いちごシャーベー) de 戸畑冷蔵 —actual Nippon Suisan—.
A diferencia del modelo estadounidense, no era un ingrediente para procesar, sino una delicia para comer directamente, anticipando el estilo japonés de valorar el sabor natural.
El gran salto vino tras la Olimpiada de Tokio de 1964, cuando se desarrollaron técnicas de descongelado y cocción que revolucionaron la gastronomía.
Durante los años 70, la expansión de los refrigeradores domésticos y del microondas, junto con los sistemas de cocina centralizada (central kitchen) en restaurantes, convirtieron al alimento congelado en un aliado cotidiano de la vida urbana japonesa.
👩🍳 Educación alimentaria y confianza
Cada año, la Asociación Japonesa de Alimentos Congelados organiza charlas, demostraciones culinarias y degustaciones con chefs y nutricionistas.
Su meta es educar al consumidor: enseñar que “lo congelado” no significa “comida de baja calidad”, sino una herramienta para ahorrar tiempo, reducir desperdicios y mantener una dieta balanceada.
Además, el sello de “認定証 (Certificación Oficial)” garantiza la trazabilidad y el cumplimiento de normas de almacenamiento a –18 °C.
🧊 Epílogo: el frío que conserva la vida
En una sociedad que envejece y donde el tiempo se ha vuelto un lujo, el congelador se convierte en un refugio doméstico: guarda alimentos, pero también recuerdos, rutinas y bienestar.
El Día del Alimento Congelado es, en el fondo, una celebración de la tecnología que preserva la frescura y el sabor del Japón moderno, recordándonos que el progreso también se mide en grados bajo cero.

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